Buenos Aires se puede considerar -dicho por terceros- la ciudad que nunca duerme y la de la fiesta más extensa del mundo. El sábado 6 no fue la excepción: la ciudad vibró y se convirtió en el epicentro de la música electrónica cuando el DJ y productor francés, David Guetta, hizo temblar el suelo porteño con su show “Monolith”.
La cita se dio en un Movistar Arena repleto de fanáticos de todas las edades que, durante casi dos horas, repasaron los 20 años de carrera de Guetta en la escena musical.
“Es increíble él y su música. Es un viaje. Es imposible no conocer sus temas. Son puros hits. Uno atrás del otro. Te amamos, David”, contó un fan llamado Agustín minutos antes de que se apagaran las luces y comenzara el set.
David Guetta tocó más de dos horas en Movistar Arena y no dudó en extender la duración de su set para el público argentino. Foto de prensa“Me encanta venir a verlo. Es un artista que te sorprende todo el tiempo. Tuve la oportunidad de verlo en Europa y ésta es la segunda vez que vengo a su show en Buenos Aires”, relató otra seguidora, Daniela.
«Están todos locos»
A las 21:45 se encendieron las pantallas, las luces láser comenzaron a girar por todo el estadio y la multitud coreaba el clásico “Olé, olé, olé, David… David”. Segundos después, por uno de los costados del escenario, apareció el ícono de la música electrónica vestido de negro y registrando la euforia del público con su celular.
Ya ubicado frente a su consola, Guetta aprovechó y lanzó una frase que incrementó la euforia: “Argentina es el mejor público del mundo. Están todos locos”, dijo.
La puesta en escena del show combinó juegos de luces, pantallas inmersivas con visuales de colores y naturaleza que se ajustan y acoplan a cada sonido. El primer tema que sonó fue I’m Good (Blue), uno de sus últimos lanzamientos.