El Banco Central realizó este viernes la mayor venta de divisas en lo que va del año y la segunda más grande en la era de Javier Milei. De esta manera, borró el balance positivo que llevaba hasta el jueves.
El BCRA vendió u$s474 millones, el segundo más alto del Gobierno de Milei después de los u$s599 millones que vendió el 26 de diciembre del 2024. Así, terminó la semana con un saldo negativo de u$s40 millones.
«Acomodamiento de posiciones de bancos», señalaron fuentes del BCRA.
Según informó el analista Gustavo Quintana, el «volumen operado en el segmento de contado u$s1.134,985 millones y en futuros u$s1.827 millones». «El volumen operado en el segmento de contado es el segundo más importante desde el 31 de mayo 2023″, señaló.
En tanto, las reservas brutas cayeron u$s14 millones en el día (impactan las compras de u$s50 millones del jueves) y cerraron la semana en los u$s28.088 millones, apenas u$s1 millón más que el viernes pasado.
Los desafíos del Banco Central para acumular reservas
Especialistas relevados por iProfesional coincidieron en que el actual esquema de acumulación de reservas del Banco Central enfrenta desafíos estructurales que podrían comprometer su sostenibilidad. La estrategia de compra de divisas por parte del BCRA depende en gran medida del endeudamiento en dólares del sector privado, ya sea a través del sistema financiero o de emisiones de obligaciones negociables.
Si bien esto ha permitido fortalecer las reservas en el corto plazo, los especialistas advirtieron que esta dinámica genera una obligación contingente para el organismo, ya que, en última instancia, deberá reintegrar esas divisas cuando los deudores busquen cancelar sus compromisos.
Además, señalaron que los depósitos en dólares han mostrado una tendencia descendente, lo que podría agravar el cuadro financiero. Desde inicios de año, el stock de depósitos en moneda extranjera ha caído de manera sostenida, lo que, sumado al crecimiento del crédito en dólares, eleva la relación entre deuda privada y disponibilidad de divisas en el sistema. Para los expertos, de mantenerse este ritmo, se alcanzaría niveles críticos que recuerdan a situaciones previas de estrés financiero.
En este contexto, destacaron que el actual control de cambios modifica la dinámica tradicional del mercado de divisas, reduciendo los mecanismos de ajuste natural. Debido a que los préstamos en dólares deben ser liquidados en el mercado oficial de cambios, los tomadores de crédito reciben pesos a cambio, mientras que las divisas quedan en manos del BCRA. Este esquema, si bien ha servido para sostener la oferta de dólares en el corto plazo, genera una presión latente, ya que, ante una salida sostenida de depósitos, el Banco Central se vería forzado a vender sus propias reservas para cubrir la demanda.
Para los especialistas, la continuidad de este modelo depende de que el endeudamiento en dólares siga creciendo y los depositantes mantengan su confianza en el sistema. No obstante, si alguno de estos factores cambia, se abriría un escenario de mayor volatilidad en los mercados. La discusión sobre la necesidad de modificar el actual esquema cambiario cobra relevancia en este contexto, ya que la acumulación de reservas basada en crédito podría enfrentar límites en el mediano plazo.
El dilema del tipo de cambio y la evolución de las reservas
Mientras el mercado debate sobre el nivel del tipo de cambio real, los expertos de la consultora económica 1816 analizaron la situación y destacaron que existen posturas encontradas. Algunos analistas hablan de un atraso cambiario, mientras que el Gobierno sostiene que la competitividad solo puede lograrse con mayor eficiencia y menores impuestos. En este contexto, el Central ha estado comprando dólares, pero a pesar de ello, las reservas brutas continúan en niveles bajos.
Según detallaron, las reservas brutas siguen u$s 2.900 millones por debajo del día posterior al pago de cupones. Este fenómeno se debe a distintos factores, como los pagos de deuda en dólares y la intervención en el contado con liquidación (CCL). En cuanto a las reservas netas, la situación es similar: actualmente se ubican en u$s -5.900 millones, lo que implica que aún no han logrado recomponerse.
Ante este escenario, el Gobierno se vio «forzado» a retirar pesos de circulación para mantener el límite de la Base Monetaria Amplia. En este sentido, el Tesoro compró u$s 496 millones al BCRA utilizando sus propios depósitos en pesos. Como resultado, los depósitos en dólares del Tesoro ahora cubren el 64% de los vencimientos de Globales y Bonares que operan el 9 de julio.
Sin embargo, los expertos de 1816 advirtieron que esto no significa que el Gobierno descarte la posibilidad de refinanciar parte de estos compromisos mediante un repo similar al de enero de 2025, en caso de que no logre acceso al mercado.