Fue una tarde de revelaciones en la audiencia en la que se imputó a dos agentes del Servicio Penitenciario por la muerte de Agustín de la Encina. El joven fue asesinado a mediados de este mes, después del horario de visitas y mientras las celdas estaban abiertas. Una de las cámaras de seguridad de un pabellón cercano tomó algunas secuencias que son útiles para la investigación y podrían aportar la identidad de alguno de los agresores. El fiscal Patricio Saldutti los imputó por facilitar el acceso a la celda de resguardo, que se denomina jaula de seguridad porque no se puede abrir desde adentro. El video exhibido en la audiencia muestra a miembros del Servicio Penitenciario habilitar el paso a presos armados que cometieron el crimen.
La información sobre la audiencia fue publicada por el periodista Rodrigo Miró en la red X. Y sostiene además que un testigo de identidad reservada habló de “un abultado pago” para facilitar el crimen.
Uno de los imputados declaró en la audiencia. El penitenciario contó: “Cuando se va la visita y yo me estaba sacando el casco que usamos para que no nos reconozcan los presos veo que le están pegando a de la Encina, él se mete en la jaula se seguridad y yo la cerré. El agente contó además que cuando se retiró de su guardia de 24 horas le dijeron que se tenía quedar oras 24 por que no había personal. También dijo que un jefe que no está imputado le dio la orden de abrir la celda y que él no puede desobedecer. También acusa a un preso del pabellón 6 incitando a que maten a la víctima porque había traicionado a “la mafia”.
El otro acusado también dijo que su jefe fue quien dio la orden de abrir la puerta. Y sostuvo que cuando de la Encina estaba en el piso el grupo táctico se acercó caminando. Después del ataque, su jefe ordenó no poner nada en el libro de novedades.