miércoles, 22 enero, 2025
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Budapest, Jordania y Emiratos Árabes: los destinos arenosos de la serie Duna, la nueva atracción para viajeros

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En síntesis, se trata de una historia contada muchas veces. Una venganza legendaria. Esas epopeyas tan antiguas como la humanidad, en la que un heredero de una familia derrotada se levanta hasta eliminar a los malos, a costa de aquello que se le ponga enfrente, son clásicos que se han relatado en cientos de voces a lo largo de la civilización. En una síntesis sencilla eso, precisamente, la esencia de la serie Duna, encabezada por Timothée Chalamet y Zendaya, y dirigida por Denis Villeneuve.

Frank Herbert escribió el primer libro de la saga en 1965 y tardó 6 años en dar forma a los 5 siguientes. Con una gran visión vanguardista intentó exponer en el trasfondo de su historia de ciencia ficción la manipulación de la naturaleza. En su argumento se expone una compleja sociedad imaginaria que se desarrolla dentro de aproximadamente 20.000 años, momento en que los seres humanos han colonizado planetas por todo el universo. Propone una intrincada concepción de personajes y requirió de la destreza extrema de Villeneuve para trasladar las oníricas presentaciones de Herbert al lienzo cinematográfico.

Timothée Chalamet, uno de los protagonistas de DunaCourtesy Warner Bros. Pictures

Del mismo modo en que el autor de las piezas originales, Herbert, se inspiró en las dunas de Oregón, cerca de Florence, Estados Unidos, las versiones fílmicas requirieron una detección de escenarios y locaciones que en algunos casos han compartido largometrajes y serie. Aquí una ruta por las ciudades que están detrás de Duna.

El Danubio serpentea desde el sur de Alemania, deslizándose hacia el sureste, con destino al Mar Negro. Atraviesa 2.850 kilómetros. Su fluir ha convocado desde músicos románticos a compositores heavy metal. Fue frontera para romanos y otomanos. Escarcea con diez países y atraviesa cuatro capitales, entre ellas, la de Hungría, dividiéndole el nombre en Buda y Pest.

Considerada una de las urbes más bellas de Europa, sus orígenes se remontan a asentamientos celtas. Entre sus joyas se encuentran piezas tan disímiles como la avanzada romana de Óbuda, los palacios magiares, los baños turcos, el Parlamento neogótico o la arquitectura Art Nouveau del Gresham Palace, hoy el Four Seasons. La ciudad fue arrasada por los nazis justo antes de la rendición, lo que la dejó diezmada en gran parte de sus brillantes monumentos, pero un programa estatal propone que para dentro de un par de años, todas las joyas arquitectónicas que fueron derribadas, volverán a existir según lo que eran.

Gresham Palace, BudapestShutterstock

Esta es la riqueza que sedujo a los hacedores de Duna. Los sitios históricos de la ciudad se transformaron en escenarios de otro mundo, lo que agregó profundidad a la historia, un recurso que preocupaba especialmente, para conservar los estándares estéticos de la trama cinematográfica. Además de los escenarios naturales, se filmó en Origo, el epicentro más pujante de producción cinematográfica: “los estudios de cine de Europa”, como los llaman. Once escenarios (9 de sonido, 2 de efectos visuales y multimedia) con más de 19.000 m² y casi 6 hectáreas limpias para crear escenarios al aire libre. El mismo sitio que ya sirvió para las películas y cuyas recreaciones fueron conservadas para ser utilizadas nuevamente en esta serie.

Ciertos perfiles del ancho Danubio dan perspectivas interesantes a la hora de reflejar algunos grises y tormentas de nieve para el planeta helado Lankiveil, por ejemplo. La isla Margarita de Budapest, en el medio del río, también propuso alternativas a la hora de visualizar a los personajes en escenarios sombríos.

Uadi o Wadi Rum es un valle desértico situado a 1600 metros de altura, en el sur de Jordania, en una región montañosa a base de granito y arenisca, 60 km al este de Áqaba. Se trata del desierto más largo del país. Su nombre se traduce como Valle de la Luna, gracias a la combinación que ofrece su arquitectura natural de color rojizo. Con presencia arqueológica desde la prehistoria, se hizo célebre gracias a Lawrence de Arabia, quien lo cruzaría varias veces en sus incursiones árabes. Enamorado de su inmensidad y paisaje, lo incluiría en su libro “Los Siete Pilares de la Sabiduría”.

Wadi Rum, el desierto de JordaniaShutterstock

Habitado por tribus de beduinos, es un sitio característico de turismo local con cenas en la noche bajo carpas, paseos en camello, vuelos en globo y pernoctada bajo las estrellas. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su terreno arenoso de cuento y sus acantilados estrepitosos fueron el sitio perfecto para instalar la epopeya cuando las escenas precisaron inmensidad.

Aunque una ruta lo parte al medio con asfalto negro y una doble línea amarilla, cuando el ojo puede abstraerse de esta presencia, la inmensidad de formas de arena que se crean frente a la mirada es inconmensurable. Casi comparable al landscape antártico, pero en tono oro, el mar de dunas lo llena todo, su final no se distingue más allá del horizonte. Ausente de cualquier vestigio de civilización e inmerso en un silencio increíble, sólo escriben en la arena las patas de los camellos y los susurros de las voces de los beduinos. Ese es el oasis de Liwa en Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos, a cuatro horas de la capital, Dubái, en la frontera con Arabia Saudita.

Las dunas del desierto de Liwa en Abu Dhabi EAUShutterstock

Cuando Villeneuve aún no había comenzado a rodar las películas y estaba detrás de la elección de sus escenarios, visitó Liwa y entendió que este era el lienzo sobre el que pintaría sus películas. “Dune: la profecía” llegó a este mismo sitio para recrear algo de esos escenarios, siguiendo los pasos de su origen.

Todos los exteriores fueron filmados en espacios naturales, parcialmente intervenidos digitalmente sólo cuando fue necesario para crear recursos específicos del guión. “Dune es un universo al que la gente se siente apegada -explicó la productora ejecutiva de la serie Alison Schapker en un comunicado de prensa en ocasión de la presentación de la propuesta-. Por eso nos resultó clave revisitar los sitios que ya habían identificado a la saga cinematográfica, para seguir abonando ese vínculo creativo con la audiencia y la esencia de los paisajes, un protagonista clave tanto en las películas, como en la serie”.

Grupo de camellos caminando en el desierto de Liwa en Abu Dhabi EAUShutterstock

Suceso internacional, Duna ha propiciado la aparición de un spin off en formato streaming, “Dune: la profecía”, protagonizada por Emily Watson y Olivia Williams y que se ha estrenado en Max con la intención de convertirse en un aspirante a igualar el fanatismo de Games of Thrones. La serie está basada en la novela “La hermandad de Dune”, de Brian Herbert (hijo de Frank) y Kevin J. Anderson y se concentra en el origen de la Bene Gesserit, una orden de mujeres que busca salvar a la humanidad del apocalipsis 10.000 años antes de la saga de Paul Atreides y la liberación de Arrakis que se cuenta en los films.

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