Luego de que Mauricio Macri blanqueara la tensión con el entorno del presidente Javier Milei, el vínculo entre el PRO y La Libertad Avanza se verá puesto a prueba en los próximos días cuando la Cámara de Diputados elija a los miembros de la Auditoría General de la Nación (AGN), un organismo de control sobre la gestión donde el Gobierno podría quedarse sin lugar para los propios.
La AGN se encarga de auditar numerosas áreas de la gestión pública, con el foco en gastos y contratos, y sus informes, cuando son adversos para el Gobierno de turno, suelen tener impacto mediático y ser usados por la oposición para cuestionar al oficialismo. El cuerpo de auditores está integrado por siete miembros, de los cuales la Cámara de Diputados elige a tres.
En ese marco, los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal (HCF) y la Coalición Cívica -cuya relación con el Gobierno de Javier Milei es tirante- solicitaron definir el tema en la sesión del próximo miércoles. Los tres espacios, junto a Innovación Federal, proponen al ex presidente de la bancada radical Mario Negri, mientras que el PRO impulsa a Jorge Triaca, ex ministro de Trabajo de Macri. La expectativa se concentra en el tercer lugar.
Por su peso en el pleno del recinto, esa tercera nominación le corresponde a Unión por la Patria. Esto dejaría sin lugar al oficialismo, por lo que en las últimas horas activó un operativo para empujar el nombre de Santiago Viola, el apoderado de La Libertad Avanza, con la intención de postularlo y correr al radical Negri del reparto.
Como siempre, la definición pasará por cuántos votos reúne cada sector y eso le juega en contra a los libertarios, quienes a su vez tienen los votos que necesita el PRO para designar a Triaca. Este punto genera especulaciones en los pasillos del Congreso por el clima enrarecido que quedó entre el macrismo y el mileísmo. En el medio, juega el rechazo del kirchnerismo a los dos candidatos.
¿Por qué el vínculo entre Javier Milei y Mauricio Macri se pone a prueba?
Frente a las versiones sobre un presunto entre el PRO que encabeza Cristian Ritondo y los libertarios que conduce Gabriel Bornoroni bajo la mirada del presidente de la Cámara, Martín Menem, los radicales hicieron números. «Los libertarios no tienen los votos para imponer un nombre, solo podrían tener el apoyo del PRO, que ya tiene a Triaca», señaló a iProfesional una fuente del espacio.
La cuenta que hacen es que la postulación de Negri tiene apoyo de los 34 radicales, más 16 de HCF, el bloque que lidera Miguel Pichetto; 9 Innovación Federal y 6 de Coalición Cívica, pero además estiman que Unión por la Patria prefiere al ex diputado radical antes que a Triaca o a Viola, si el oficialismo finalmente postula su nombre en el recinto.
«El kirchnerismo no le va a dar dos de los tres auditores a la derecha», señalan en otros sectores de la oposición dialoguista. Esto representa un problema para la tropa de Javier Milei, pero también para el PRO de Mauricio Macri si los libertarios deciden proponer formalmente a Viola, porque quedarían compitiendo entre sí por el lugar que resta, dado que el kirchnerismo y la UCR aferrados a los suyos por el peso de los votos.
La intención de los bloques es votar en la próxima sesión a los tres auditores juntos: Negri, Triaca y el que proponga Unión por la Patria. El problema se dará si el oficialismo insiste en postular a Viola sin que se bajen ninguno de los otros aspirantes, una situación que según las fuentes consultadas sería «rara» pero que obligaría a votarlos por separado y, en ese caso, según estiman en el Congreso el riesgo es para el PRO.
El PRO depende de los liberarios: ¿puede haber «divorcio» político?
La clave está en el voto de Unión por la Patria. Su rechazo a la nominación de Triaca y mucho más a la posibilidad (aunque remota) de que el PRO y los libertarios se queden con dos de los tres lugares inclina la cancha a favor de Negri y obliga al macrismo y a los libertarios, ambos sin apoyo de ese espacio, a definir entre ellos.
«Si La Libertad Avanza se quiere pelear con Macri igual que Unión por la Patria, chau Triaca», deslizan quienes siguen de cerca esa rosca parlamentaria. Estiman que es lo que podría ocurrir si los auditores se votan por separado, con un nombre por el PRO y otro por los libertarios.
En la oposición deslizan que, debido a ese escenario posible, Ritondo le pidió a Pichetto que firme la postulación de Triaca, además de la de Negri, para asegurarse más apoyo. Ahora, todos observan si La Libertad Avanza desiste de postular a Viola «para no herir a Macri» o no. Creen que la postura de los otros bloques los obligará a eso, pero hoy nada es seguro.
La lectura que hacen en la UCR y en HCF es que entre el oficialismo tiene que entender que, por la correlación de fuerzas en el recinto, entre ellos y el macrismo «solo tienen un lugar porque unidos no llegan al tercio del cuerpo», mientras que si van separados la relación política entre ambos espacios, que ya está sensible, se vería dinamitada.
Quiénes integran la AGN y por qué es un órgano clave para el Gobierno
La AGN fue creada en 1992 y se le otorgó rango constitucional en 1994. Su función es el control externo posterior sobre la gestión de la administración pública nacional, las empresas y sociedades del Estado, los Entes reguladores de servicios públicos, las instituciones de Seguridad Social, los Fondos Fiduciarios, los organismos descentralizados y más.
El cuerpo de auditores cuenta con siete miembros. Uno es el presidente de la AGN, designado siempre por el partido de la oposición con más bancas en el Congreso. Desde diciembre ese lugar lo ocupa Juan Manuel Olmos, el operador todoterreno del peronismo que se destacó el año pasado por haber sido el intermediario entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner para acordar la candidatura de Sergio Massa.
De los otros seis miembros, tres son designados por la Cámara de Diputados y los otros tres por el Senado, que tendrá que elegir a sus nuevos representantes el año próximo. Actualmente, en esos lugares están Javier Fernández, un histórico del organismo (entró en 2001), el ex diputado radical Alejandro Nieva y la ex senadora peronista Graciela de la Rosa.
Por ser el más antiguo, Fernández es una especie de «líbero» dentro de la AGN, pero siempre se lo vinculó al peronismo, en el rol de «operador judicial» con aceitados vínculos en el mundo de los servicios de inteligencia.
Es por ese reparto de fuerzas que la inminente definición de la Cámara de Diputados es tan importante. El gobierno de Javier Milei podría quedarse sin ningún representante en la AGN que le cuide las espaldas en las auditorías durante y sobre todo después de su gestión, un período siempre crítico para los ex presidentes argentinos, en tanto que la disputa por los lugares pone a prueba su vínculo con el PRO de Mauricio Macri en el momento más delicado.