La industria de la belleza está generando cambios en profundidad, no solo por la pregunta, a esta altura casi filosófica, acerca de qué es bello, sino porque sus consumidores persiguen el cuidado del planeta y eso significa acabar con viejas tradiciones como los componentes químicos, abandonar los envases de plástico y dejar de hacer pruebas en animales.
Toda una revolución que va acompañada con lo que Jean-Noël Divet llama el momento lipstick, en alusión al lápiz labial: “La demanda no cede. Aún en un contexto de crisis, la gente necesita verse bien”, sentencia.
Divet, con partida de nacimiento en Francia y licenciado en Administración de Empresas, recaló en México cuando era muy joven. Allí conoció a su esposa, al compás de su ingreso a L’Oréal donde desarrolla su vida profesional desde 1985 dirigiendo diversas filiales, desde Europa del Este a América latina.
Hoy es el CEO de L’Oréal en Argentina, que está entre nosotros desde hace 60 años. Dice que el motor de esta industria es la innovación. L’Oréal contabiliza cinco grandes centros de investigación, uno en cada continente y 4.000 investigadores propios.
El coloso fue fundado por el bioquímico francés Eugène Schueller quien, en 1909, descubrió productos para la tintura del cabello. Actualmente pertenece a sus descendientes, la familia Bettencourt con el 30% y a la suiza Nestlé que ostenta otro 20%. El resto flota en la bolsa.
Liliane Bettencourt ya fallecida y principal accionista de L’Oreal. Tuvo un serio conflcto con sus propios herederos.Se trata de la firma de cosméticos más grande del mundo y de la segunda de mayor valor en la bolsa de Francia después del grupo del lujo, LVMH. El año pasado facturó $ 39 mil millones en la Argentina. Aquí contabiliza 600 empleos directos y cuenta con varios proveedores que le permiten, sin planta propia, elaborar el 73% de sus productos.
-¿Cómo afecta la situación del país?, se le preguntó a Divet
-Es complicada, hay dificultades. Pero en la trayectoria de L’Oreal, con sus marcas instaladas hay huellas profundas. El grupo posee 35 marcas en el mundo y en Argentina, 19. Nuestro sueño es tener las 35 marcas.
-¿Qué lo impide?
-Los problemas económicos a nivel país. Pero hemos convivido y atravesado la historia argentina. Este es un momento desafiante en algunos aspectos de nuestro negocio. Pero las marcas están para durar. Construir marcas es como construir casas, toma tiempo. Pero una vez que está construido, está hecho para durar en el tiempo.
-¿Tienen problemas con la importación?
-Hace una década importábamos casi el 90%. Hoy fabricamos localmente el 73% de los volúmenes vendidos en Argentina. Hemos integrado cada vez más la producción local. El 40% de las materias primas que usamos son argentinas. Y al 85% del packaging lo compramos a proveedores locales.
– ¿Qué pasa con el 27% que no producen aquí?
-El 27% que importamos son nuestras marcas más premium. Hay medidas económicas que hacen que este flujo no sea fluido, por las dificultades del país. Hemos encontrado interlocutores en el Gobierno, estamos en precios justos con 8 productos que son shampoos y acondicionadores de alta venta.
-Para importar, ¿han tomado deuda comercial con la casa matriz?
-No, pero como cualquier multinacional compramos productos que son de nuestro grupo.
-¿Cuál fue su estrategia en este año tan particular?
-Nuestro negocio se sustenta, a pesar de las dificultades económicas que están en todos los indicadores. Lo llamamos el efecto lipstick. Lo que observo es que mis clientas no pueden viajar, no pueden cambiar de casa, ni comprarse tantas cosas. No pueden darse lujos, pero para luchar contra esa depresión compran su lipstick, con tal de darse un pequeño gusto.
-L’Oreal forma parte de las corporaciones que más invierten en investigación y desarrollo. Tienen varios centros, ninguno en Argentina…
-En América Latina, obviamente, por temas de población y de economía, Brasil y México están adelante de Argentina, pero Argentina está siempre dentro del podio. Tenemos 4 mil investigadores propios que desarrollan en Estados Unidos, históricamente, Francia, Japón, Africa del Sur ahora y Singapur. Decimos que la belleza que es nuestro foco, mueve al mundo y estamos con un compromiso muy serio al 2025 de descarbonización. Aquí nos abastecemos de energía eólica y hemos conseguido reducir 60% de la emisión de carbono en el transporte. Tenemos también un compromiso sobre el packaging. Estamos progresivamente cambiando todos los embalajes usando 100% de plástico reciclado o de origen vegetal. E impulsando la reutilización de los envases. Pero también nos ocupamos de que las comunidades de donde se extraen los ingredientes tengan un sueldo digno, se respete la biodiversidad, se respete el espacio de trabajo, no haya menores trabajando.
Las científicas ganadoras del Premio Nacional L’Oreal UNESCO Por las mujeres en la ciencia