En la previa al inicio de la llave contra Racing por los cuartos de final de la Copa Libertadores -23 de agosto la ida en la Bombonera-, Darío Benedetto rompió el silencio para despejar cualquier tipo de dudas de cara a su continuidad en el club.
Tras un semestre por debajo de las expectativas, generando cierto fastidio entre algunos hinchas, el Pipa ahondó en las razones de su rendimiento, explicó cómo es su relación con el resto del plantel y cómo lleva adelante la lucha por un puesto como titular junto a Edinson Cavani y Miguel Merentiel.
En una charla con ESPN, Benedetto ya comenzó a palpitar el clásico contra el equipo de Avellaneda por un lugar en las semifinales del torneo más importante de clubes a nivel sudamericano. Y se mostró confiado: «Se arman lindos partidos. Ahora tenemos un plantel más amplio que el de los otros torneos«, se ilusionó.
Y reconoció: «Si bien tenemos que pensar en el viernes -recibe a Platense por el inicio de la Copa de la Liga-, también está esa ansiedad por los partidos decisivos en la Copa».
Diversas lesiones musculares no le permitieron a Benedetto mantener un nivel regular desde el inicio de la temporada. Igualmente, aclaró que actualmente está «poniendo el 100% para estar a disposición del entrenador» y reveló la razón a la que se debían las reiteradas dolencias físicas: problemas familiares.
«No somos robots. Somos seres humanos y tenemos quilombos como en todas las familias. Eso juega en contra. Ahora estoy mucho mejor, con muchas cosas solucionadas», explicó el delantero, quien comentó haber «estado muy triste» pero que ahora recuperó «la alegría».
Al superar los problemas que lo aquejaban, ahora, el ex Elche de España solamente se enfoca en mejorar su rendimiento dentro de la cancha. «Me quiero concentrar en jugar y hacer lo mejor para el equipo. Siempre voy a apoyar desde el lugar que me toque, porque trato de hacer lo mejor y volver al nivel que tenía», afirmó.
En relación a esto, admitió estar contento con la llegada de los nuevos jugadores, entre ellos, Cavani, a quien considera como «un referente mundial» que va a permitir «mejorar el plantel» y «ayudar a los más chicos y a los más grandes».
Incluso, explicó que «el técnico (Jorge Almirón) la va a tener complicada en la elección para ver quién va a jugar» debido a que cuentan «con un plantel muy numeroso» que permite «apostar a la Copa Libertadores, al campeonato y a la Copa Argentina».
En cuanto a la calidad que siente con la que cuenta el plantel, Benedetto se refirió a la posible salida de Valentín Barco, uno de los jóvenes pilares del equipo, al fútbol europeo: «Es crack, hay que dejarlo, hay que disfrutarlo. Que se quede hasta diciembre a ver si podemos ganar la séptima… es chico todavía. Tiene mucha personalidad».
A pesar de la llegada de nueva competencia interna y de sondeos de Inter de Porto Alegre por contar con sus servicios, Pipa hizo público su deseo de permanecer, al menos, seis meses más en el club del cual es hincha: «Automáticamente dije que a Brasil no me iría, porque en el único club de Sudamérica que quiero estar es Boca».
Y sentenció: «Si tengo que ir a otro equipo de Argentina, prefiero retirarme. Es una decisión personal. Sólo analizaría propuestas de afuera, pero no hubo nada concreto, más allá de algún contacto».
Inclusive, una de las motivaciones que llevan a que el goleador haya decidido quedarse en el club parecen ser los fanáticos Xeneizes. «El hincha me bancó, pero al no llegar a tener el nivel que estaban acostumbrados a veces se impacienta. Es entendible. Muchos han pedido mi cabeza y lamento informarles que me quedo en Boca. Uno trata de hacer lo mejor posible por el club y la camiseta», remarcó.
Además, aclaró no sentirse «ídolo de Boca», sino que solamente desea ganar la Copa Libertadores, y que lo tiene «sin cuidado» subir un peldaño en la consideración de la historia Xeneize sino que aspira a poder ganarlo para cumplirle el deseo a todos los hinchas que se lo piden.
«La Libertadores es lo que más importa. En Ushuaia -lugar que eligió como vacaciones tras la victoria con Nacional- tenía 25 personas pidiéndome la séptima. Tenemos plantel para pelear todo. No hay que descuidar nada», comentó el goleador.
Además, recordó cómo fue el momento en que decidió patear el segundo penal de la serie contra Nacional: «No solo pedí patear, sino que pedí hacerlo primero, sé que pesaba 700 kilos la pelota, pero me importaba poco. Tengo personalidad para volver a errarlo de vuelta, me la pidió Zeballos porque sabía que iba a pedir yo primero».
Si el cruce por Libertadores contra Racing ya promete emoción por sí mismo, el regreso de Sergio Romero al Cilindro de Avellaneda y el reencuentro de Benedetto con Almendra, luego del encontronazo que protagonizaron cuando el juvenil se vio apartado del plantel tras enfrentar a Sebastián Battaglia, técnico de aquel entonces, serán otros de los centros de atención.
«No le daría un abrazo. Nos cruzábamos mientras él estuvo entrenando en el gimnasio y nos dábamos la mano. No queda rencor. Él sabe lo que pasó y quedó ahí. Hay cosas que no se pueden hablar. Quedé como un bocón, pero no me arrepiento porque lo hice por el grupo», explicó el número «9».
Y cerró: «Almendra es un crack, no hay dudas, pero después pasaba lo que pasaba y hay cosas que no se pueden permitir. Él lo sabía y por dentro todavía lo sabe. Es joven y creo que hubiera sido importante para nosotros, pero pasó lo que pasó».