Luego de casi dos años de subordinación incondicional al gobierno, siendo garantes de la motosierra, la represión y, fundamentalmente, de votarle cada una de las leyes al mileismo en el Congreso, el PRO decidió meses atrás humillarse ante La Libertad Avanza y pasar a integrar la alianza que lleva la misma denominación que la fuerza de gobierno.
Ya habían perdido en su histórico bastión de la Capital Federal en mayo, cuando el macrismo no supo plantear ningún tipo de alternativa a la derecha libertaria, lo que redundó en quedar terceros lejos, luego de casi dos décadas de control de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que finalmente decidieron dar el salto. Parece que les falló el timing. La integración total al oficialismo quedó inaugurada de la mano de la derrota y la desorientación que envuelven por estas horas a La Libertad Avanza luego del fracaso estrepitoso en la Provincia de Buenos Aires, donde ambas fuerzas juntas cosecharon un millón y medio de votos menos a los obtenidos en 2023 en ese distrito por la sumatoria entre ambas.
Por estas horas, desde el PRO están teniendo que cargar con las consecuencias combinadas de la crisis económica acelerada, del escándalo de las coimas, el peso de la derrota del domingo y, sobre todo, preparándose para la elección nacional que tendrá lugar en pocas semanas y que asoma amenazante para estas fuerzas. Allí se jugará la candidatura de Diego Santilli, uno de los artífices de esta alianza junto a Cristian Ritondo.
Mientras tanto, ya empezó el pase de facturas y, haciéndose los distraídos, desde el PRO buscan echar culpas a los violetas: “Nosotros hemos sido estafados por la Libertad Avanza. Acompañamos en la primera etapa pensando que íbamos a construir algo en conjunto, pero los tipos se pasaron todo por ya sabés dónde… Hubo soberbia, desagradecimiento y humillación”, dijeron al portal Infobae desde el PRO. Parece que desde el partido de los globos amarillos se olvidaron de que esa fue el trato que les dieron los libertarios desde que lograron escalar al poder ejecutivo. Los de Macri quedaron “delarruizados” en tiempo récord.
En la misma nota, como si no hubieran sido parte integral de todas estas políticas, llegaron a decir: “Se pelearon con los jubilados, no pudieron convocar a nuestros votantes; es horroroso en materia de construcción lo que vemos a nivel nacional, con la resaca de la política provincial.
Más allá de los distintos matices e intenciones acerca del nivel de acuerdo a alcanzar con La Libertad Avanza que había entre los distintos sectores del PRO, lo cierto es que la subordinación finalmente fue completa. La desintegración de la fuerza formada por Mauricio Macri luce hoy inminente, más allá de lo verborrágicas que puedan aparecer algunas figuras para intentar despegarse de la debacle.
Lejos de todo este circo, manteniendo unida bajo el mismo programa a las fuerzas que pelean por la independencia de la clase trabajadora, se encuentra el Frente de Izquierda, que viene de realizar una buena elección, conquistando dos bancas en la tercera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de la misma fuerza que se mantiene unida hace ya 14 años y que es parte de cada lucha del pueblo trabajador. Lejos de la rosca y los negociados, buscando pelear porque la salida a esta crisis la paguen los grandes empresarios.