Además de ser el día de la democracia, el día de los derechos humanos y el día que se celebra el primer aniversario del gobierno de Javier Milei, el 10 de diciembre es el día del cumpleaños de Wanda Nara, que al llegar a los 38 se dispuso a vivir de manera diferente. Disfrutando el día a día, precisamente, y dándose todos los gustos. ¿Por dónde empezó? Por celebrar a todo trapo, con L-Gante, algunos amigos y toda su familia.
El evento se desarrolló en su mansión de un barrio privado del norte del gran Buenos Aires, que en los últimos fue noticia porque ella ordenó el desalojo de su ex marido Mauro Icardi. Estuvo rodeada de sus amigos más cercanos, de algunos famosos como Majo Martino y Vero Lozano, por supuesto de su flamante novio L-Gante y sorprendió la presencia de su papá, Andrés Nara, con quien estaba distanciada pero evidentemente zanjó diferencias.
Además de un «robot luminoso» y de varios shows musicales, uno de ellos protagonizado por ella misma ya que lanzó una canción junto con Elián Valenzuela, el rey de la cumbia 420, también hubo una torta y una piñata: la curiosidad fue que como no había chicos dentro del globo no habían caramelos, golosinas ni papel picado: lo que caía y podía agarrar la gente eran «jugutitos íntimos». ¿Novedoso, no?
Uno de los momentos más llamativos de la noche se dio cuando Wanda y L-gante, ya totalmente descontrolados, se acercaron hasta la piscina y no sólo que menearon al borde de la pileta, sino que en un momento ella abrazó su muchacho y mientras le comía la boca los dos se zambulleron al agua como si estuvieran disfrutando de una mañana o una tarde al aire libre. Estaban completamente vestidos y muchos se horrorizaron porque ella «arruinó» ropa carísima.
EL DESCONTROLADO FESTEJO DE CUMPLEAÑOS DE WANDA NARA
El menú lo preparó nada más y nada menos que Donato de Santis, y algunas cosas dulces estaban cocinadas por la mano maestra de Maru Botana, para muchos la mejor pastelera de la Argentina, o de la televisión argentina. «Se la pasó bailando sola, pero no pasó de bailar» contó Majo Martino en Mañanísima, el programa que Carmen Barbieri hace desde hace varios días con anteojos oscuros por un problema en la vista.
«Igual, lo más fuerte sucedió a eso de las 12 de la noche porque llegó la policía por el ruido que había, se ve que algún vecino llamó y dio el alerta. Ella dijo que pagaba la multa pero le contestaron que no, que lo que no querían era que siguiera la música. Igual, Wanda y L-Gante hicieron oìdos sordos, no le dieron bolilla a eso y siguieron con todo hasta las cuatro de la mañana» redondeó Majo. ¿Buenos vecinos? Mmmmm…