El informe anual de la DAIA sobre antisemitismo alerta sobre un aumento de ataques y expresiones de odio en redes y espacios públicos. Sin embargo, su lectura tiende a diluir los límites entre antisemitismo y crítica legítima al Estado de Israel, criminalizando la solidaridad con Palestina en un contexto global de genocidio.
El jueves pasado, la DAIA presentó su informe 2024 sobre antisemitismo en Argentina, señalando que durante ese año se registraron 679 incidentes antisemitas: un aumento significativo respecto a los 598 de 2023 y los 427 de 2022. Según la entidad, la escalada estuvo influenciada por el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente, en especial tras los ataques del 7 de octubre y la brutal ofensiva militar israelí sobre Gaza.
Del total de denuncias, el 61 % ocurrieron en redes sociales —con la plataforma X (ex Twitter) como principal escenario—, y también se reportaron casos en instituciones educativas, espacios públicos y 10 agresiones físicas (triplicando el número del año anterior).
Crítica legítima no es antisemitismo
Más allá de la gravedad de los hechos concretos de odio y violencia que merecen todo repudio, el informe incurre en un problema central: mezcla expresiones antisemitas con manifestaciones políticas o activistas que cuestionan el accionar del Estado de Israel o el sionismo como ideología.
La DAIA afirma que gran parte del antisemitismo actual se expresa “en forma de antisionismo radical”, sin reconocer la diferencia fundamental entre ambos conceptos. El sionismo es una corriente política —colonialista e invasora de Palestina— que sostiene la creación y mantenimiento del Estado de Israel como Estado judío. En cambio, el antisemitismo es una forma de racismo y discriminación contra las personas judías por su religión o identidad.
Criticar al sionismo o denunciar crímenes del Estado israelí no equivale a antisemitismo, del mismo modo que cuestionar al Vaticano no es cristianofobia. Confundir ambas cosas no solo es intelectualmente deshonesto, sino que también impide combatir efectivamente el verdadero antisemitismo.
persecución y silenciamiento
En un contexto donde la ocupación y el genocidio sobre el pueblo palestino generan una ola global de repudio, es necesario alertar sobre una estrategia que busca deslegitimar ese reclamo acusándolo sistemáticamente de “antisemita”. El informe de la DAIA no hace excepciones: desde llamados a boicotear productos israelíes hasta pancartas críticas en universidades son leídos como actos de odio racial, invisibilizando su carácter político.
El peligro de este enfoque no es solo conceptual, sino político. Bajo esta lógica, se alimenta una agenda represiva que busca censurar el activismo pro-palestino, sobre todo en espacios juveniles y académicos. Se pasa de combatir el odio a perseguir la disidencia.
Una respuesta desde la izquierda
Desde una perspectiva de izquierda, es necesario rechazar toda forma de antisemitismo real. Pero eso no puede ni debe usarse como excusa para callar las denuncias contra el apartheid israelí ni para estigmatizar a quienes se solidarizan con la causa palestina.
La lucha contra el antisemitismo debe ir de la mano con la defensa de los derechos humanos de todos los pueblos. Exigir el fin del genocidio en Gaza, denunciar las políticas racistas del Estado de Israel y defender el derecho de los palestinos a resistir no es odio, es justicia.
La DAIA , debería comenzar por no confundir crítica con racismo, y por desagregar con claridad los datos entre discursos de odio, ataques físicos y expresiones políticas legítimas. Y sobre todo, debería escuchar también a las voces judías que desde una tradición humanista, antirracista y anticolonial rechazan tanto el antisemitismo como la ocupación sionista.
Su accionar no es inocente sino que actúa como representante del Estado de Israel que perpetúa una ocupación, apartheid y genocidio sistematico contra el pueblo palestino.
Solidaridad con Alejandro Bodart
El informe revela la persecución del sionismo a quienes denuncian el genocidio de Israel por sobre el pueblo palestino, entre ellos, al dirigente politico y secretario general del MST, Alejandro Bodart, quien enfrenta un juicio por posicionarse en la red social X a favor de una Palestina Libre.
Es por eso que este lunes 23 de junio se realizó una audiencia en el Anexo del Congreso Nacional en su solidaridad y el jueves 26 de junio se acompañará la citación a Alejandro ante la Justicia porteña.