El “sleep divorce” se impone como una práctica consensuada para lograr un sueño reparador sin afectar el vínculo afectivo. La ciencia lo respalda.
Durante mucho tiempo, compartir la cama fue un símbolo de amor, conexión y rutina en la vida en pareja. Sin embargo, cada vez más personas optan por dormir separadas para mejorar la calidad del sueño, una práctica conocida como sleep divorce o “divorcio del sueño”.
Lejos de implicar una crisis, esta tendencia busca priorizar el descanso y el bienestar individual sin resignar afecto ni vínculo emocional. El reconocido médico español Eduardo Estivill, especialista en Medicina del Sueño, explicó que dormir con otra persona puede alterar las fases del descanso por movimientos, ronquidos o sacudidas involuntarias.
“El sueño no es un estado continuo, tiene etapas que deben cumplirse para ser reparador. Si nuestra pareja interrumpe alguna de ellas, podemos sufrir microdespertares que afectan la calidad del descanso”, detalló.
Desde el punto de vista médico, dormir en habitaciones separadas es lo ideal. Sin embargo, también existen alternativas intermedias, como comenzar la noche juntos y separarse después del primer despertar.
Estivill insiste en que este acuerdo no implica desamor: “Muchas parejas pactan dormir un rato juntas y luego cada uno busca la tranquilidad de estar solo. Es una decisión madura y saludable”.
En definitiva, el sleep divorce propone cambiar el paradigma: descansar bien también puede ser un acto de amor.
Fuente: LA 100