Una vieja esquina del barrio Abasto se transformó en una invitación a conocer retazos de la historia de la vida cotidiana de Rosario. El Museo de la Ciudad trascendió sus propias fronteras e inauguró «Escaparate de colecciones» en la esquina de Dorrego y Riobamba donde, desde este jueves, se exhiben distintos objetos del pasado local. Allí, y para sorpresa de muchos, relucieron las campanas de la antigua relojería Sudamericana después de haber permanecido cuatro años en el depósito del museo para su restauración.
La propuesta es original: los escaparates se encuentran en el depósito del Museo de la Ciudad, que dejó de ser un espacio hermético y decidió mostrar las joyas históricas que posee en su interior. Su colección es ahora un paseo público y accesible que le otorga visibilidad a los objetos patrimoniales que habitualmente no están expuestos. Es una ventana abierta a los tesoros y curiosidades que guardan la memoria de los rosarinos.
Como es de esperar, los contenidos de las exhibiciones irán cambiando para poder exhibir todo lo que esconde el depósito. Ahora, los tres escaparates que componen este proyecto muestran, a través de los objetos, tres aspectos del pasado rosarino: el tiempo, la niñez y las formas del amor. Este último es un desprendimiento de la última muestra que albergó el museo antes de Orígenes, actualmente expuesta.
WhatsApp Image 2025-10-09 at 17.50.06
Las infancias de otras épocas representadas en los escaparates del Museo de la Ciudad
El camino de las campanas
Si de tesoros se trata, las campanas son el punto fuerte de esta exhibición. Originalmente estaban ubicadas en el inmueble de 3 de Febrero 533, donde funcionaba la histórica relojería Sudamericana. Allí estuvieron por más de 100 años, desde 1920 hasta 2021, cuando fueron retiradas y trasladadas al depósito del Museo de la Ciudad para ser cuidadas y restauradas.
Las campanas, cuatro de ellas ubicadas en la terraza del edificio pero visibles para los transeúntes, habían sido dispuestas para sonar en distintas tonalidades armónicas cuando lo ordenaba el reloj y su musicalidad era similar a las del Palacio Fuentes, de Santa Fe y Sarmiento.
>> Leer más: Quieren convertir el cementerio El Salvador en un museo
La historia de las campanas que hoy se exhiben en la esquina de Dorrego y Riobamba tienen como protagonista a Adolfo Van de Casteele. Este relojero belga llegó a Rosario con el objetivo de trabajar en la instalación del reloj del por entonces edificio de Tribunales, pero se quedó y llenó de manecillas la ciudad que, en ese momento se movía al compás del puerto.
Van de Casteele alquiló el local para su relojería en barrio Martin. Colgó un reloj sólo como indicador, en el frente y característico carrillón. Ese mismo objeto se encuentra hoy exhibido en la esquina de barrio Abasto
La Tribuna22.jpg
Frente de la relojería Sudamericana en imagen de colección La Tribuna.
Foto: Archivo Fotográfico del Museo de la Ciudad Wladimir Mikielievich.
En los años 60, el comercio ya pujante y reconocido entre sus pares de Buenos Aires le permitió al relojero adquirir el inmueble de su comercio donde se dedicó a la venta e instalación de relojes. En un comienzo trabajó con maquinarias importadas pero luego con fabricaciones propias bajo la firma L.Vestraeten, de Luis Vestraeten, una identidad alterna que Adolfo había asumido en la ciudad.
La impronta de L.Vestraeten apareció en iglesias, edificios y espacios públicos de Rosario, la región y el país. Esa labor artesanal posicionó a la fábrica-taller familiar de Van de Casteele como la productora de relojes monumentales más importante del país.
La tradición del oficio la aprendieron su hijo Augusto y sus nietos, José Adolfo y también Augusto Van de Casteele. Hasta una cuarta generación llegó a participar de trabajos.
WhatsApp Image 2025-10-09 at 17.52.21 (1)
El Museo de la Ciudad exhibe el reloj y las campanas en Dorrego y Riobamba
Un proyecto innovador
Esta iniciativa se enmarca dentro de la filosofía de «Museo Abierto» que caracteriza al Museo de la Ciudad, concebido como un espacio público donde confluyen las voces de toda la comunidad desde perspectivas accesibles, inclusivas y participativas. El nuevo paseo busca ser una instancia de diálogo activo, donde la historia se reconstruya no sólo desde el acervo patrimonial, sino también incorporando los relatos, memorias y objetos que los propios vecinos tienen para compartir.
WhatsApp Image 2025-10-09 at 17.50.05
Una esquina que invita a pispear la historia local a través de los objetos
Esta propuesta resultó ganadora del concurso «Ensayar Museos 2025» de la Fundación Williams, un reconocimiento que impulsa precisamente este tipo de proyectos innovadores. Desde el museo explican que, conscientes de la complejidad que implica el resguardo de las colecciones en un espacio limitado, buscan “ensayar” propuestas de exhibición optimizando las posibilidades que este inmueble brinda. De esta manera, se sumarán nuevos recorridos temáticos y visitas especiales que ampliarán la propuesta expositiva actual de su sede principal.
La invitación está hecha para que toda la ciudadanía se acerque a partir del 9 de octubre a redescubrir la historia de Rosario a través de sus objetos, en un rincón del barrio Abasto que ahora se abre a todos.