En diálogo con Canal E, el economista Alejandro Barros explicó las causas detrás de la suba del dólar a $1.300 y advirtió sobre las consecuencias de una política monetaria sin rumbo definido.
Intervenciones apresuradas y desconfianza en el peso
Según Barros, la reciente suba del dólar fue consecuencia directa de una mala gestión del Banco Central: “Se apuraron a desarmar las LEFIS en el día cero, cuando habían prometido hacerlo en siete días”, y esa decisión provocó una brutal inyección de pesos en el mercado. La liquidez generada, junto con la baja abrupta de tasas, impulsó a los argentinos a refugiarse en el dólar.
“La gente se volcó al dólar ante la tasa de interés negativa, que rendía menos que una colocación en dólares”, explicó. Esta situación, sostuvo, refleja una debilidad estructural de la economía argentina: “Todavía no estamos acostumbrados a la fluctuación del dólar”.
Frente a este escenario, el Gobierno intervino con licitaciones de bonos para “secar la plaza” de pesos. Pero, según Barros, este tipo de medidas son parches: “La emisión sigue existiendo, aunque se disimule con la inflación”. El economista fue tajante: “Si el Estado no conserva el valor del peso, la presión inflacionaria nos va a volver a correr al dólar”.
La ausencia de un plan claro y los riesgos políticos
El futuro económico, sostiene Barros, está íntimamente ligado a decisiones que aún no se han tomado. “Lo que falta es el segundo paso: generar crédito con esos pesos”, afirmó. Para él, el Gobierno debe dejar de improvisar: “Es como un bebé que empieza a caminar, pero el padre no le enseña cómo”.
Además, alertó sobre la falta de credibilidad institucional: “El FMI ve que no hay crecimiento real ni expansión macroeconómica. Por eso se retrasa la revisión”, comentó en relación al freno del desembolso de USD 2.000 millones.
De cara a las elecciones, Barros fue escéptico sobre la solidez del rumbo económico actual. “No sabemos qué plan tiene el Gobierno, y eso genera incertidumbre”, dijo. Y recordó que incluso gobiernos que ganaron elecciones legislativas terminaron perdiendo respaldo rápidamente: “En Argentina, los votos se pierden muy rápido”.
¿Cambio de rumbo o más de lo mismo?
Finalmente, consultado sobre el cierre del mandato de La Libertad Avanza, Barros fue contundente: “Hay una inconsistencia muy fuerte: circulan muchos dólares, pero la política crediticia sigue diseñada para una economía en pesos”.
En ese sentido, remarcó la necesidad de elegir un rumbo: “O estás en los pesos o estás en la multimoneda. Pero no se puede nadar en el medio del río”. Según él, la clave está en proteger la moneda elegida: “La economía no va a funcionar mientras sigamos desprotegiendo el peso y promoviendo la compra de dólares”.
Y concluyó con una advertencia que resume el panorama actual: “Vamos a seguir con una economía chiquita si no definimos si vamos a transar en pesos o en dólares”.