La Ciudad de Buenos Aires está encarando un proyecto ambicioso, el de traer no solo la Fórmula 1 al Autódromo Oscar y Juan Gálvez, sino también al MotoGP, la categoría reina del motociclismo. La tarea está avanzada, y es la que Olé contará en esta nota…
La idea original surgió con el MotoGP, de mayor accesibilidad ya que Argentina tenía su fecha en Santiago del Estero, el circuito de Termas de Río Hondo, que ya le caía incómoda a la organización internacional. El gobierno que encabeza Jorge Macri y cuenta con el ex Puma Fabián Turnes en Deportes encaró las negociaciones con Dorna Sports (comprada en su 84% reciente por Liberty Media, que tiene los derechos de la F1), bajo la exigencia principal de remodelar el Autódromo. El Gálvez necesita un circuito de Grado 2 para que las motos puedan correr, además de otros requerimientos de infraestructura y económicos.
Por qué Buenos Aires se tiró a organizar la Fórmula 1
En noviembre del 2024, cuando Franco Colapinto corrió en San Pablo (este finde lo hace en Austria), la Ciudad terminó de entender que el link estaba servido: la pasión, movimiento y dinero que generaba la movida de Fran en la Máxima construía una plataforma ideal para tirarse a la pileta por el sueño de que la F1 volviera al país, tras una última vez el 12 de abril de 1998, carrera que ganó Michael Schumacher.
La locura de Colapinto en San Pablo activó la idea porteña de tener la F1.
Servían de base los arreglos para el Autódromo pensando en las motos, aunque es verdad que no alcanzaban, porque la Máxima exige circuitos de Grado 1. No se refiere solamente a que el asfalto esté óptimo y las medidas del trazado cumplan con los estándares, sino que las necesidades edilicias aumentan, así como la cantidad de espectadores a recibir. Si bien Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, estuvo en Brasil para tener un primer contacto, el ex motonauta no estaba muy al tanto del tema, como los trabajos que se estaban haciendo en el Gálvez. Así es que la Ciudad directamente tomó el guante y se presentó ante la Fórmula 1 como responsable del proyecto. Así empezaron las negociaciones por las cuatro ruedas, que se sumaron a las de dos.
Los porteños entablaron directamente conversaciones con Stefano Domenicali, presidente de la Fórmula 1, a quien escucharon. Como sugerencia/exigencia, debieron contratar una consultora italiana, y recientemente una alemana. Ambas son «especialistas» en dejar óptimos los circuitos en donde puede llegar a correr la F1. Los avances se demostraron en los hechos, con una avanzada de dos técnicos que trabajan del lado de la Ciudad, en ocasión del GP de Miami, que si bien se disputa en un callejero (no en un circuito como el Gálvez), cuenta con otras necesidades similares. Fundamentalmente, al ser fuera de Europa, los equipos no llevan sus armazones para armar los hospitalities (los motorhome que se apilan como en bloques para generar las estructuras donde tienen sus oficinas en el paddock), sino que de eso se ocupa la organización. O sea que en la parte edilicia, esos circuitos en los que las escuderías llegan en avión y hasta mandan ciertos elementos en barco, tiene bastante más injerencia la pata local.
Stefano Domenicali, el presidente de la F1, habla con gente de la Ciudad.
Ya con los deberes encarados, la Ciudad está esperando que la Fórmula 1 la convoque para llevar la primera documentación que se le pidió. La idea es ir cumplimentando requerimientos parciales (por ejemplo, tienen que asegurar una concurrencia de 120.000 personas, no solo por las tribunas, sino el Fan Zone), a la vez que se buscan los avales económicos para demostrar que la inversión es viable (se habla de más de 35 millones de dólares). Una posibilidad es que el encuentro sea en Silverstone, Inglaterra, donde la Máxima disputará la 12a jornada en dos fines de semana, del 4 al 6 de julio.
Luego -si se sigue avanzando- llegará el momento de encontrar las fechas, las cuales se apuntan para el 2027, por un calendario ya confirmado en el 2006 y para tener tiempo de llegar con las obras del Autódromo. Se apunta a que MotoGP sea en abril y la Fórmula 1, en noviembre, aprovechando que antes pasaría por México y Brasil.
El MotoGP corrió en Termas en marzo del 2025 y faltará en el 2026.
En cuanto a qué circuito del Gálvez se podría utilizar, se habló del N° 6, de 4,259 km (el red Bull Ring de Austria, donde se corre este finde, es de 4,318 km), aunque se apunta a que sea uno nuevo, pero con sectores de aquel, como la S de Senna.
Qué posibilidades reales hay de que la Fórmula 1 y el MotoGP corran en Buenos Aires
Los dirigentes porteños ya se frotan las manos en cuanto a las dos ruedas, espectáculo que, creen, tienen asegurado en un 90%. El tema de la F1 no tiene tal garantía, ya que no depende solamente de que el Gálvez quede hecho una pinturita y se consiga el dinero (se cree que, finalmente, también habrá aportes del Gobierno Nacional). Ya se sabe que hay bastante competencia, porque tener una fecha de la Máxima seduce en todo el mundo. Se habla de que Sudáfrica quiere recuperar la histórica fecha que se corrió en Kyalami hasta el 93; de hecho, los sudafricanos dicen que llegaron a un aprobado Grado 1 que requiere el trazado. Aunque los preocupa que les salió una competencia: Ruanda.
Michael Schumacher ganó el último GP de Argentina, en el 98.
De la misma manera, también hay rumores sobre que algún lugar podrá perder su sede después del 2026, como Países Bajos con su circuito de Zandvoort. No es una moneda corriente la de los cambios, pero es verdad que, aunque en cuentagotas, se dan. Como para el 2026, temporada en la que saldrá Imola para que entre Madrid, de manera que España sumará su segundo GP junto con el del Barcelona. Estados Unidos es el otro país con más de un GP: se corre en Miami, Austin y Las Vegas.
Argentina y su avidez (política) por la F1
Del 53 al 98, con algunos paréntesis, 21 carreras de la Fórmula 1 se disputaron en el circuito porteño, que fue cambiando de nombre con los años. Por cuestiones de (des)organización, la fecha se perdió. Cuentan que a Bernie Ecclestone, en ese entonces mandamás de la F1, no le gustó la desprolijidad de encontrarse con interlocutores de diferentes grupos que querían negociar la renovación, y apuntó para otro lado: Malasia.
Antes y después hubo un par de gobiernos que se enamoraron con la idea llamativa de seducir a la Máxima y a la gente, pero con proyectos de imposible concreción -por estructura sobre todo- que, al cabo, convirtieron las palabras en humo. Carlos Menem prometió en el 93 una F1 en un callejero de los Bosques de Palermo, y Cristina Kirchner, lo anunció en el 2012 para otro trazado urbano en la zona de Playa Grande. Ambos se desvanecieron antes de nacer.
El de ahora es el primer plan serio y lógico que parece tener visos de realidad, con un proyecto y negociaciones avanzados. Lógicamente, siendo la Máxima, el sí nunca está asegurado, ya que siempre supo coquetear con varios novios… Y a muchos les dijo que no.
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