domingo, 22 junio, 2025
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Carolina Labayru: Tengo una lista transparente, no tengo a nadie que ocultar

*Por Luciana Mangó y Daniel Zecca

Carolina Labayru se crió en barrio La Sexta y en Saladillo. Es arquitecta y desde hace más de 15 años trabaja en la gestión municipal. De perfil bajo en los medios de comunicación, asegura que lo suyo es la gestión y la resolución de problemas. No le gustan los discursos largos y adornados, en cambio se considera una persona práctica y ejecutiva. “A mí dame un problema y te lo resuelvo”, repite con convicción. 

Desde que era chica lamentaba las injusticias que veía en la calle y en las noticias, y encontró en la gestión municipal un ámbito para cambiar realidades. “Ver contentos a los vecinos es mi mayor satisfacción”, asegura. 

Ahora, tras aceptar la propuesta del intendente Pablo Javkin, enfrenta un nuevo desafío al encabezar la lista de candidatas y candidatos al Concejo municipal por Unidos para Cambiar Santa Fe, que quedó tercera en las elecciones primarias, y peleará por superar el resultado en las generales del próximo 29 de junio. 

Labayru entiende que es una oportunidad para desarrollar su experiencia en gestión y transformarla en normas que puedan mejorar la vida cotidiana de las personas. En diálogo con el stream El Ciudadano Política, que se emite todos los jueves a las 13.30 por el canal del diario en Youtube, la candidata habló de su recorrido político y explicó algunos de los principales proyectos: eliminar el Metrobus de avenida Alberdi, prohibir los cuidacoches y sumar Inteligencia Artificial para agilizar trámites. 

—Sos arquitecta y funcionaria municipal con más de 15 años de trayectoria. Ahora encabezás la lista de candidatos al Concejo por Unidos para Cambiar Santa Fe. ¿Cómo describirías tu forma de trabajar?

—Mi perfil es muy ejecutivo, muy resolutivo. Soy práctica: me enfoco en resolver problemas concretos. No soy de discursos largos. Prefiero acciones. Si me das un inconveniente, busco la solución rápido. La oratoria no es mi fuerte, pero la gestión sí.

—Sin embargo, te expresás con claridad…

—Voy a lo concreto. Hablar demasiado embelleciendo las frases no me gusta. Me siento más cómoda detrás de un escritorio o en la calle resolviendo cosas. Pero si hay que defender un proyecto en el Concejo, lo voy a hacer con argumentos concretos: qué, por qué y para quién. 

—¿Qué te motivó a dedicarte a lo público?

—Desde chica me gustó resolver cosas y mejorarle la vida a la gente. Estaba en 3° o 4° grado y me indignaban las injusticias. Recuerdo mirar noticieros y preguntarme: «¿Por qué unos tienen más oportunidades que otros?». Entendí que desde el Estado se pueden cambiar realidades, incluso con gestos pequeños. A veces para un Estado municipal resolver algo es sencillo, pero para un vecino resolver un trámite burocrático puede ser vital. Esa satisfacción que sentís al resolver algo no tiene precio.

—¿Te acordás de algún ejemplo sobre alguna situación concreta? 

Te doy un ejemplo trasladado a la actualidad: las plazas. Antes, los juegos más lindos estaban solo en el centro. ¿Por qué eso? Si tiene el mismo valor un chico del centro que un chico de un barrio. Ahora, con el plan de plazas llevamos espacios dignos como hicimos en barrio Alvear, en la plaza de Santa Isabel de Hungría. Ver la alegría de los chicos es invaluable. Es un lugar de encuentro para los vecinos. Arreglar una plaza barrial, iluminarla, generar más seguridad, ponerle más árboles, hacer senderos, ponerle juegos lindos es un acto de justicia. Llevarle a quien nunca pensó que en su barrio iba a tener una plaza de esas características es igualar con lo que sucede en el centro. 

—¿Dónde ves más patentadas las desigualdades en la ciudad y cuáles son las injusticias a resolver?

—En algunos barrios que todavía no están del todo urbanizados. Por ejemplo, lo que era antes Villa Moreno y ahora es barrio Moreno. En ese lugar había pasillos que se conectaban y generaba mucha inseguridad, que los vecinos los días de lluvia no pudieran a veces ingresar a sus domicilios porque se inundaban, no tenían cloaca, había riesgos eléctricos. Se urbanizó. Cerramos pasillos para que ya no se conecten, pusimos cloacas, una puerta de ingreso con llave, y el nombre y numeración de la calle que les permite, entre otras cosas, pedir un servicio. Van a poder tener en su DNI el domicilio y eso te da identidad y dignidad. Es un acto de igualdad que genera mucha alegría a todos los vecinos. 

—A veces hay cosas que ni reclamamos porque suponemos que la burocracia termina tragándose buena parte de los reclamos. ¿Cómo hacés para salvar esa instancia?

—Salteo mucho la burocracia, desde que estaba como pasante hasta cuando estaba en Habilitaciones. Lo que hace la buena burocracia es ordenar las formas de trabajo, pero cuando ya es excesiva y está mal implementada no sirve. Mi idea a partir de ir al Concejo es eliminar toda traba que impida que un vecino o un comerciante pueda resolver fácilmente un trámite. Cuando estaba en Habilitaciones fui inspectora y, en muchos casos, me preguntaba por qué una norma pedía tantas cosas innecesarias. Desde esa experiencia considero que las normas tienen que hacerle más simple la vida a la gente y el Concejo es donde justamente se cambian esas normas para hacer más sencillo todo. Hoy en día con la tecnología podemos resolver un montón de cosas en el momento. Por ejemplo, un comerciante tiene que estar preocupado en levantar todos los días la persiana de su comercio y no en qué papelito le están pidiendo. Dejémoslo trabajar y hagámosle la tarea más sencilla.

—Entre tus 27 iniciativas, podemos destacar algunos ejes: gestión urbana, tecnología contra la burocracia, cuidado animal y producciones culturales. ¿Cómo se vincula tu experiencia en el Ejecutivo con estas iniciativas?

—Una propuesta que tiene que ver con lo urbano es la eliminación del Metrobús de Alberdi que nunca funcionó bien. Avenida Alberdi es una arteria muy transitada que conecta todo el norte con el centro de la ciudad, por donde pasan muchas líneas de colectivos. Hay un centro comercial a cielo abierto que tiene más de 150 comercios. A lo largo de estos años hubo muchos accidentes, más que nada sobre peatones. Nunca se completó el trayecto del Metrobús, con lo cual lo mejor es sacarlo, cambiar el perfil urbano a ese sector para hacer una arteria que sea más ágil para los automovilistas, pensando en el transporte público de pasajeros, agregar una ciclovía con un cantero central, y mejorar y embellecer ese perfil comercial. Eso es producto de escuchar no solamente a los vecinos, sino también a los comerciantes desde los consejos barriales de los distritos, que son instancias en donde convocamos a vecinos, comerciantes y vecinales para charlar sobre distintos reclamos o problemáticas que tiene el barrio.

—Otro de los proyectos habla de la integración de inteligencia artificial para el estacionamiento medido o el Tribunal de Faltas; ¿cómo se van a implementar? 

Hay una zona del área central que tiene estacionamiento medido, que a través de una aplicación uno puede pagar. En el centro es difícil encontrar lugar para estacionar. Aprovechemos la tecnología para evitar esas vueltas innecesarias que también generan retrasos en el tránsito porque al buscar lugar para estacionar vas más lento. La idea es que a través de la aplicación puedas saber si hay lugar en esa cuadra para estacionar. 

En cuanto al tribunal de faltas existen infracciones que son muy fáciles de resolver para las que, a veces, no necesitás la intervención de un juez. La propuesta es que cada usuario desde su casa y a partir de una aplicación pueda ser juzgado y que el juez realmente se dedique a acelerar los tiempos en los casos más complejos que sí necesiten de la intervención de la persona.

—Llevar la inteligencia artificial a la administración del Estado, ¿puede suponer que haya trabajadores sin funciones? Por el otro lado, tenés un proyecto para prohibir a los cuidacoches, ¿cómo está pensado?

—Hay que diferenciar: en muchos casos de manera intimidante se apropian del espacio público, extorsionando a la gente, por lo que estamos hablando de una persona que es un delincuente, pero otros necesitan oportunidades. En todos los distritos municipales tenemos talleres y cursos de oficios en convenio con la UNR para que esas personas puedan reinsertarse en un mercado laboral. Además, a través de la Secretaría de Producción tenemos bolsas de trabajo. 

En cuanto a la inteligencia artificial podemos cambiar los roles. En los distritos, desde la pandemia y con todo el proceso de digitalización, bajó hasta en un 60% la presencialidad para hacer trámites. Se viene una reconversión de los distritos y no significa que por eso los administrativos pierdan funciones. Vamos a reinventarnos para cumplir otras. Queremos que los distritos no solamente tengan un horario de apertura más acotado en el tiempo, sino que también tengan vida durante la tarde y los fines de semana. Buscamos que haya otro tipo de actividades porque hoy en día desde el celular con el MuniBot podés resolver muchos trámites. Entonces que ir al distrito sea para hacer un taller, un curso y convertirlo en un lugar de encuentro. Todo ese soporte necesita de personas. 

—Otro proyecto que vas a presentar habla de suspender las elecciones intermedias en el Concejo para hacerlas coincidir con las de la intendencia, en vez de votar cada 2 años…

—Creo que es válido y es lo que corresponde que las elecciones sean cada 4 años y acompañen la candidatura de un intendente, porque cada 2 años resulta un gasto innecesario y un desgaste para la población. Eso entraría si se establece la autonomía municipal en el debate por la reforma de la Constitución.

—¿Cómo imaginás el Concejo si Unidos pierde la mayoría que tiene en la actualidad?

—Confío en que los ediles van a votar proyectos que beneficien a Rosario. Fuimos elegidos para eso. ¿Por qué un concejal se va a oponer a un proyecto que beneficia al rosarino si fuimos elegidos por los rosarinos para cambiar la vida de la gente? Me niego a pensar que aún no teniendo mayoría los concejales, simplemente por ser oposición, quieran votar en contra. Te puedo asegurar que si estuviera del otro lado pensaría de la misma manera. Últimamente la oposición es oposición y te vota todo en contra.

—Te tocó una primaria compleja porque vos tenés mucha experiencia en gestión, pero los otros candidatos tenían mayor visibilidad en cuanto a recorrido político electoral; ¿cómo fortalecés tu visibilidad?

—Mostrando mi trabajo, mi gestión. Les puedo hablar de todas las cosas que hice como secretaria de Control y ahora como secretaria de Cercanía, donde tengo a cargo los distritos. Tengo una lista transparente, no tengo a nadie que ocultar, estoy con Maxi Pullaro y Pablo Javkin, y puedo hablar de lo que hice. 

—¿Quién te propuso ser candidata y cómo lo tomaste?

—El intendente Javkin. Me sorprendió, pero acepté. Al principio dudé porque amo la gestión, soy muy ejecutiva, pero es un desafío más. Entendí que desde el Concejo también se pueden mejorar cosas. Creo que toda la experiencia que tengo en la administración pública me va a servir para ahora, desde otro lugar, cambiar cosas y mejorar realidades.

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