La NASA ha publicado una fotografía excepcional tomada desde el espacio en la que se distingue a uno de sus vehículos recorriendo la superficie de Marte. La instantánea, registrada el 28 de febrero por el orbitador Mars Reconnaissance Orbiter, muestra con claridad tanto al objeto como el camino que va dejando tras de sí.
La imagen permite apreciar al Curiosity como una pequeña figura oscura, acompañada de una traza gris que se extiende unos 320 metros. Esa distancia corresponde a los desplazamientos realizados en once jornadas entre el 2 y el 28 de febrero, durante su exploración científica en el interior del cráter Gale.
Según los técnicos de la NASA, podría tratarse de la primera ocasión en la que un orbitador logra captar al vehículo desplazándose sobre el terreno marciano. La fotografía subraya, además, la soledad del robot en un entorno inhóspito donde los vientos podrían pronto borrar cualquier rastro de su paso.
Un avance lento pero meticuloso
A diferencia de un humano, que recorrería esa distancia en apenas unos minutos, el Curiosity se mueve a un ritmo muy reducido. Su velocidad máxima no supera los 160 metros por hora, lo que responde tanto a la necesidad de conservar energía como a las exigencias del terreno. Su fuente de alimentación es un generador nuclear de 110 vatios.
Este desplazamiento controlado permite al vehículo evitar daños y realizar análisis precisos de cada zona. Hasta la fecha, ha recorrido poco más de 34 kilómetros desde que aterrizó en Marte en agosto de 2012. Su trayectoria actual se sitúa en la zona conocida como Gediz Vallis Channel, un canal que los investigadores creen que se formó por grandes flujos de agua en tiempos remotos.
Durante su travesía por este canal, el rover ha identificado depósitos de azufre puro, un hallazgo que plantea interrogantes pendientes de resolver sobre los procesos geoquímicos del subsuelo marciano. Posteriormente, el Curiosity abandonó ese cauce para dirigirse a otros enclaves de interés.
Entre ellos destacan una pequeña elevación denominada Devil’s Gate, así como dos áreas bautizadas como Cahuilla y Santa Ynez, donde se han llevado a cabo mediciones químicas. Además, el vehículo ha documentado una formación geológica con estratificaciones conocidas como Hale Telescope.
El enigmático patrón ‘boxwork’
El próximo destino del rover es una estructura con aspecto de enrejado llamada boxwork, situada en la base del monte Sharp. Este tipo de formaciones también se encuentran en la Tierra y suelen originarse cuando el agua circula por grietas de la roca, dejando minerales que persisten tras la erosión del material circundante.
En Marte, se cree que estos patrones se formaron bajo condiciones más cálidas y húmedas que las actuales. Esa hipótesis ha despertado un gran interés entre la comunidad científica, ya que tales ambientes podrían haber sido propicios para la existencia de vida microbiana en el pasado.