En otros tiempos podríamos hablar de una decena de buenos ámbitos para tirar la caña en un radio de 150 km a la redonda de la localidad de Necochea. Hoy, tras varios años de sequía, encontrar algún espejo que se destaque en esa zona cuesta más, pensando en pescar pejerreyes de calidad y en cantidad. Claro está, hay uno que se mantiene inalterable a lo largo de los años por su escasa presión de pesca y el buen cuidado de sus dueños. Hablamos de La Pandorga, a poco más de 500 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en un pesquero donde encontramos a un guía referente como Germán Rigane, no solo habilidoso con los flechas de plata, sino que supo deleitarnos reiteradamente con lisas y tiburones.
La laguna reabrió antes este año, en marzo, y viene dando pejerreyes de todo tamaño, con cuotas completas la mayoría de las salidas, y con días de más o menos tamaño. Claro está, hay ejemplares chicos, lo que obliga al pescador a seleccionar y cerrar la jornada con los mejores portes, pero eso nos asegura el futuro de un ámbito que nunca dejó de estar entre los preferidos del aficionado de la zona.
Rigane vive en Mar del Plata y viene concretando muy buenas faenas en este ámbito que, en realidad, aloja cuatro claros a los que es muy difícil recorrer en el día de pesca. Los mismos se atraviesan con motor eléctrico, ya que no se permiten motores fuera de borda ni de 4 tiempos. Lo hace con una embarcación de 4 m en la que lleva grupos de dos pescadores como máximo. La laguna no abre todos los días, por lo que hay que combinar con el guía, que es el único operador autorizado para llevar pescadores con su embarcación. El encuentro es en la rotonda de Energía, lugar en que se ubica el encargado del campo para esperar a los aficionados al amanecer. Una vez que llegan, les toman los datos, les cobran un canon de entrada al predio y transitan unos 25 km de tierra para llegar al predio privado. La laguna está muy bien poblada, pero no está asegurado el resultado, más bien obliga a trabajar muy bien a los visitantes y es clave moverse rápido, ya que en 50 metros los resultados pueden cambiar ostensiblemente.
Para pescar pejerreyes en La Pandorga no hay cosas extrañas. Equipos con cañas de 4 a 4,50 m con reeles frontales 2500 a 3000 cargados con multifilamento. Aparejos de 3 boyas, con colores claros, según el consejo del guía, con una madre reforzada con 0,45 mm y bajadas de 0,34 a 0,37 mm. La profundidad que pondremos los anzuelos es variable, pero suele estar entre los 30 y 50 cm. La mojarra viva es la carnada vedette, aunque también funciona muy bien el filet de dientudo de la misma laguna, teñido en tiritas de color naranja. En notas del año pasado de nuestro colega Gustavo Frontoni comprobamos que esta última variante da muy buen resultado en días de mucho viento, cuando al pejerrey se le dificulta comer porque el agua se enturbia. El espejo es de aguas claras normalmente, con interesantes rindes pescando lejos del bote.
Por costos y distancias, no es de las opciones populares, más bien la ubicamos entre las exclusivas. La entrada a la laguna no es barata, y si sumamos los costos del guía que nos allana los caminos, los precios se hacen importantes, aunque si queremos una propuesta especial, de esas que hoy en día no abundan en la provincia de Buenos Aires, no podemos no tenerla en cuenta y pensar en La Pandorga para darnos el gusto y meter ese matungo que tanto soñamos que no es fácil, pero que está ahí abajo.
Servicios:
- Germán Rigane. Guía de Pesca en laguna La Pandorga. Tel.: (0223) 5010350. En redes, Facebook.