El descubrimiento de estos casos revela fallos en la regulación de clínicas de fertilidad. Esto plantea riesgos de consanguinidad y problemas éticos, sociales y emocionales para las familias afectadas.
Un reciente registro en Países Bajos destapó un preocupante escándalo en el ámbito de la reproducción asistida: 85 donantes de semen, calificados como «masivos», han infringido la legislación nacional al realizar donaciones repetidas desde 2004, lo que podría haber resultado en miles de niños con 25 o más medios hermanos.
Esta revelación ha generado alarma social y cuestionamientos sobre la regulación de las clínicas de fertilidad.
Según fuentes oficiales, la ley neerlandesa limita el número de familias que pueden usar el semen de un mismo donante a un máximo de 12, con el objetivo de prevenir problemas éticos, sociales y genéticos, como el riesgo de consanguinidad.
Sin embargo, un sistema de monitoreo implementado recientemente permitió identificar a estos 85 individuos que, en algunos casos, habrían donado semen en múltiples clínicas, superando ampliamente los límites establecidos.
El Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte calificó la situación como una “calamidad médica” e inició una investigación exhaustiva para determinar cómo se permitió esta práctica durante dos décadas. Las autoridades señalaron que muchos de los donantes podrían no haber sido plenamente conscientes de las consecuencias de sus acciones, aunque también se sospecha de posibles fallos en los controles internos de las clínicas.
“Es una situación devastadora para las familias afectadas. Muchos padres no sabían que sus hijos podrían tener decenas de medios hermanos”, declaró Anke de Vries, portavoz de una asociación de familias concebidas por donación. Organizaciones de apoyo advirtieron que esta red de parentesco podría generar complicaciones emocionales y sociales para los niños, además de aumentar el riesgo de uniones consanguíneas accidentales en el futuro.
El caso reavivó el debate sobre la necesidad de un registro nacional obligatorio y más riguroso para donantes, así como de sanciones más severas para las clínicas que incumplan las normativas.
Por ahora, las autoridades instaron a las personas concebidas por donación a utilizar servicios de ADN para rastrear posibles conexiones familiares, mientras trabajan en localizar a los afectados.
Este escándalo no solo sacude a Países Bajos, sino que también plantea preguntas sobre la regulación de la donación de semen en otros países europeos, donde las leyes varían significativamente.
Las clínicas de fertilidad, por su parte, enfrentan una creciente presión para transparentar sus prácticas y garantizar que situaciones similares no se repitan.
Fuente: Cadena3