“Amor… sabés? Los sesenta fueron tres p***s años nomás!”, así dice Carlos el “Indio” Solari en su canción “Tomasito Podés Oírme – Tomasito Podés Verme”, porque acá en Argentina todo se empezó a poner negro demasiado pronto. Pero hubo semillas de creatividad y libertad que fueron regadas y no pararon de crecer. Ahora, cuando todo se empieza a poner “retro” en el peor de los sentidos, un baño del arte que emergió del gesto sesentero, es refrescante. Eso propone el Museo Moderno con la inauguración de 2025 con dos exposiciones “Dalila Puzzovio: Autorretrato” y “Bárbara Bianca LaVogue: Tu presencia en mí”.
Justamente “Autorretrato”, la obra que da nombre a la exposición, es una ilustración en la que Puzzovio usa su cara, pero hace un «photoshop» manual y con cierto cinismo, al pegar a su imagen el cuerpo de Veruschka, la modelo “perfecta” de Blow Up de Michelangelo Antonioni, un emblema estético de esos años psicodélicos. En sintonía con estas evocaciones, la exposición incluye una playlist creada por Fernando García, que se puede encontrar aquí y la publicación de un libro que se puede ver libremente aquí.
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“Autorretrato” es una retrospectiva de seis décadas de la artista argentina Dalila Puzzovio (Buenos Aires, 1942), y destaca la manera en que Puzzovio entiende la identidad como una performance o una construcción teatral, como un modo de mostrarse, cargado de ficción y creatividad.
Para llevar adelante esta exposición de un modo integral, que su obra y el montaje sean un solo cuerpo orgánico, es de destacar el trabajo de Iván Rösler, encargado de diseño museográfico. Rösler que trabajó a la par del curador que fue clave en la reconstrucción del material que estaba destruido y fue una especie de escenógrafo en las lasas en la que se despliegan las pinturas, esculturas de yeso, corset gigantes, zapatos y vestuarios descollantes y una habitación que recrea la vivienda de la artista con su pareja Charlie Squirru.
Puzzovio definió su pieza más icónica, el colorido calzado con el que ganó el 2° Premio Internacional del Instituto Di Tella, como una “plataforma donde te plantás”, que “te cambia la perspectiva”. Es el calzado de doble plataforma que hizo con la marca Grimoldi no casualmente. “Los elegí porque representaban el calzado monótono, estructurado de uniforme”, contó la artista en el recorrido de prensa del que participó PERFIL.
La exposición cuenta con piezas originales, la reconstrucción de algunas de las principales obras de Puzzovio y un cuantioso archivo documental reunido en una larga investigación del Museo Moderno, que incluye material inédito de la artista, como fotografías vistiendo sus propios diseños y registros nunca vistos de obras cruciales del arte argentino.
Patricio Orellana, a cargo de la curaduría junto con Pino Monkes, explicó: “El Moderno llevó adelante la reconstrucción minuciosa de obras fundamentales que estaban inaccesibles, como el ‘Autorretrato’, de casi cinco metros, en el tamaño original que tuvo cuando se presentó en el Instituto Di Tella en 1966. También las tres esculturas monumentales en forma de corset, realizadas originalmente en 1965 y reconstruidas ahora, por primera vez, luego de sesenta años».
“Es una profunda alegría que el Moderno me brinde esta oportunidad de volver a exhibir una parte de mi trabajo, en el que he tratado de volcar toda la sensibilidad y los anhelos de aquella juventud marcada por el deseo de transformar el mundo en algo bello, pero también, con la intención de perdurar como imagen. Que encuentren ahora un nuevo hogar en este emblemático recinto —fundado por Rafael Squirru, mi cuñado— añade un significado especial a este reencuentro con un tiempo tan querido”, expresó Dalila Puzzovio.
Bárbara Bianca LaVogue: Tu presencia en mí
“Tu presencia en mí” es una exposición de dibujos y poemas de Bárbara Bianca LaVogue que se despliega en el café del museo. LaVogue, figura central de la escena underground entre finales de la década de 1980 y principios de la de 2000, desplegó un frondoso imaginario artístico a través del collage y el dibujo, en el que atesoró y le dio vuelo poético a las experiencias que le depararon sus múltiples vocaciones como modelo, artista visual, coreógrafa de desfiles de alta moda y estrella irrefutable de la noche porteña, entre galerías de arte, bares y fiestas.
Su obra está poblada de retratos de sus afectos más cercanos, amigos y amigas, drag queens, accesorios de moda como aros, collares y tacos, además de animales reales y fantásticos, todos ellos captados como figuras icónicas de un halo entre glamoroso y mágico. “La exposición recupera obras que Bianca hizo durante el espectro de la noche, a la entrada y salida de bares, discotecas o fiestas. Hacía retratos y los vendía por el valor de uno o dos tragos. A veces a la vuelta, después de un after, iba a lo de alguna amiga o amigo y se ponía a pintar. Hay algo de ese pulso y frenesí que la exposición quiere compartir”, dice Rodrigo Barcos, parte del equipo curatorial a cargo de la exposición.
Rembrandt, Da Vinci, Vermeer con espinas, tapados con pintura negra o quemados, en la obra de Martín La Rosa
Bárbara Bianca LaVogue (Buenos Aires, 1970-2018) como artista plástica, coreógrafa, mentora de supermodelos, drag queen, anfitriona nocturna, clubber y callejera sin límites, iluminó con su personalidad galerías de arte, pasarelas y boliches como Freedom. El Dorado, Club Caniche, Ave Porco, Morocco, Cocoliche, La Age of Communication, Bunker, K2 y Kim & Novak, entre tantos otros. Asistió a artistas, diseñadores y fotógrafos como Sergio De Loof, Charly Grill y Marcelo Setton. Dentro de su producción artística, que atravesó toda su vida, se puede encontrar una vasta cantidad de dibujos, pinturas y collages que realizaba y vendía en los clubes que frecuentaba. Su primera exposición, que se llamó Inmuna, fue realizada en Espacio Giesso, en el barrio de San Telmo, en 1999. Diez años después, realizó su segunda exposición individual, que tituló Carísima, en la galería Miau Miau.
Las exhibiciones, que dan comienzo al programa anual 2025 del Museo Moderno, Arte es teatro, abrirán al público el sábado 12 de abril a las 15 h, en Av. San Juan 350, San Telmo.