Se trata de “Quechuga”. Formaba parte de un grupo que contactaba con supuestos abusadores de menores, los retenían contra su voluntad, los golpeaban y humillaban públicamente
El youtuber platense Brandon Maldonado, conocido como “El Quechuga”, fue detenido junto a otras cuatro personas con las que formaba un grupo autodenominado “caza-violines” que generó una fuerte polémica en redes sociales y en la opinión pública. En los “caza-violines”, una joven que actuaba como señuelo se dedicaba a contactar a presuntos abusadores sexuales a través de plataformas de citas. Una vez establecido el contacto, se acordaban encuentros en los integrantes del grupo confrontaban a los sospechosos, los golpeaban, humillaban y filmaban para luego escracharlos públicamente en redes sociales.
La mecánica utilizada era siempre similar: la joven ahora detenida fingía tener 13 años durante las conversaciones online. Si el interlocutor insistía en el contacto, se pactaba una cita. Al llegar al lugar, generalmente un departamento preparado para la emboscada, el sospechoso era abordado por los miembros del grupo, agredido físicamente, filmado y sometido a humillaciones como pintadas en el cuerpo con frases como “soy violín”, desplazarse en cuatro patas al grito de “pío pío, soy violín”, o incluso ser obligado a comer materia fecal y soportar disparos con armas de aire comprimido. En algunos casos, también se los extorsionaba llamando a sus familiares desde sus celulares para exigir dinero.
El grupo ganó popularidad en redes sociales, acumulando más de un millón y medio de seguidores, lo que contribuyó a que muchos vieran al “Quechuga” como una suerte de “justiciero digital”.
Sin embargo, esta visión comenzó a desmoronarse tras su detención. La Justicia investiga al grupo por “privación ilegítima de la libertad”, y se cuestiona que hayan actuado al margen de la ley, sin intervención de las fuerzas de seguridad ni del sistema judicial.
En el Bioparque
Mientras tanto, la historia de Maldonado con las controversias no es nueva. En 2020, en plena cuarentena por COVID-19, fue noticia por ingresar de forma ilegal al Bioparque de La Plata para grabar contenido, lo cual le valió una denuncia penal. Además, tenía antecedentes de realizar bromas pesadas en la vía pública y de burlarse de trabajadores en sus videos.
El caso generó una grieta social: mientras algunos los defienden por su intención de exponer a posibles abusadores, otros denuncian el uso de la violencia, la humillación pública y el escarnio sin pruebas firmes ni intervención legal. Lo cierto es que, de ser considerados héroes en internet, los integrantes de “caza-violines” ahora enfrentan un futuro complicado frente a la Justicia. (DIB)