martes, 25 marzo, 2025
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Llega a Rosario «Las Cautivas», un viaje teatral hacia las entrañas de la patria

A mediados del siglo XIX, la francesa Celine y la originaria Rosalila cruzan sus caminos en algún kilómetro remoto de la llanura argentina. Entre malones, alimañas, territorios hostiles y temporales, emprenderán un viaje en el que el cuidado y amor se manifestarán más allá de lo romántico. Con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco, y protagónico de Lorena Vega y Laura Paredes, llega por primera vez a Rosario la aclamada obra «Las cautivas», que desde 2021 convoca a la cartelera porteña. Las funciones son el sábado 5 de abril a las 21 y el domingo 6 de abril a las 20, en el Teatro La Comedia (Mitre 958).

Las entradas están disponibles en boletería y en la plataforma 1000Tickets. Suscriptores de Tarjeta BLC tienen 20% de descuento y acceso a sorteos exclusivos.

Si en el origen del teatro, la tragedia griega se propuso fundar mitos, Tenconi Blanco propone repensar la mitología nacional, marcada por la negación los pueblos originarios, a través de un regreso a la tradición literaria argentina. Así, la figura de “La cautiva” de Esteban Echeverría se transforma y actualiza en un relato torcido, gracioso, conmovedor, y profundamente vigente.

“Las cautivas” es una creación de la compañía Teatro Futuro, fundada en 2013 por Tenconi Blanco, el músico y compositor Ian Shifres y la productora Carolina Castro, responsables de al menos diez obras y otras tantas colaboraciones. Además, es la primera entrega de La saga europea, una tetralogía de piezas no cronológicas y con valor independiente que trabajan la relación entre Europa y América Latina a partir de los grandes mitos de la literatura.

La vigencia de la historia

Contra el mandato de presente continuo de esta época, que insiste en borrar los lazos con la historia (en tanto entramado colectivo, situado, dinámico), Tenconi sugiere que volver a las fuentes y revisitar el pasado no es un gesto conservador sino más bien todo lo contrario.

“Me gusta mucho la literatura, la tradición literaria argentina y pensar cómo esa tradición puede seguir hablándonos. Hay libros torcidos que son alucinantes y que seguimos leyéndolos como un milagro, como ‘Una excursión a los indios ranqueles’ de Lucio V. Mansilla. En los clásicos hay un nivel de desparpajo y humor muy inspirador para seguir pensándonos y repensándonos”, refirió en diálogo con La Capital Mariano, quien también nombra la “gauchesca jocosa” de César Aira, el “Fausto” de Estanislao del Campo, o el teatro de Copi como influencias claras.

“Me parece que como país tenemos una problemática histórica que arranca con unitarios y federales, y que se traduce en distintas dicotomías a lo largo de las décadas, en distintas maneras de pensar la comunidad y lo social. En este sentido, este tipo de materiales que se anclan en el comienzo de la patria, abordan esta cuestión y creo que por eso tienen resonancia a través del tiempo y permiten hacer lecturas desde la actualidad, porque tratan un asunto central en nuestra conformación y en nuestra identidad nacional”, aportó por su parte Lorena Vega, quien ya trabajó con el director y su equipo en “Todo tendría sentido si no existiera la muerte” y “La vida extraordinaria” (esta última la sigue protagonizando junto a Valeria Lois). Además de ser la aclamada psicóloga de “Envidiosa” (Netflix), Vega es gestora del fenómeno que fue “Imprenteros”, y tiene actualmente otras cinco obras en cartel como actriz o directora.

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La obra construye una suerte de road movie teatral, donde cada elemento escénico interviene en la reconstrucción del viaje por la pampa argentina. La escenografía de Rodrigo González Garillo, el vestuario de Magda Banach, y el diseño de luces de Matías Sendón son destacables. La narrativa, el movimiento, están a cargo de la música en vivo de Ian Schifres (que toca el piano, la guitarra, percusión, vientos y un sampler) y los monólogos sucesivos de Laura (Celine) y Lorena (Rosalila). A las actrices les encanta contar que si Ian no puede asistir a una función por algún compromiso, lo tienen que reemplazar dos personas.

“Su presencia genera que el diseño sonoro sea el tercer personaje. En los ensayos, yo sentí que las escenas se corporizaban más con el sonido que nuestros propios cuerpos. La música hace referencia a veces a una road movie, a veces hay sonidos de western, pero también ayuda a que puedas ver un galope, a sentir el protagonismo del viento y a generar la idea de más personajes”, detalló Lorena.

En busca de las voces de otro tiempo

En el escenario, Vega parece doblar las dimensiones de su cuerpo y su voz alcanza un registro profundo, propio del pulso de la tierra. Según contó, la música de Schifres le resultó un elemento clave para encontrar la cadencia del personaje, que hace de los silencios parte de su relato.

“En general, busco mucho la composición a través de dimensiones físicas y de ritmos, y mucho en el ritmo del decir”, compartió Lorena. “Quería hablar distinto porque yo hablo muy porteño, apoyarme en otras consonantes que no son las que uso siempre”, sumó. Para esto, tomó clases de guaraní (una lengua que le resultaba cercana, porque era hablada por la familia de su mamá formoseña) con su amigo paraguayo Rodolfo Plantee, actor, bailarín y docente.

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Este trabajo comprometido hace que todo aquello que puede resultar arquetípico sobre el registro de los personajes se sienta orgánico, genuino. “El teatro tiene una relación muy potente con lo poético, a diferencia del cine donde si uno tiene que filmar una escena en una playa, va a filmar en una playa. En cambio, en el teatro siempre va a ser metafórico. Si uno pone arena, no va a dejar de ser arena en un piso de madera. Hay una relación mucho más clara con el artificio y con la convención. Me gustaba poder ejercer esa libertad poética que ofrece el teatro en términos de trabajar fuertemente el lenguaje y de imaginar cómo hablaban una francesa y una india del siglo XIX, pudiendo valerme de referencias literarias y a la vez jugar mucho”, contó Tentoni sobre este punto.

Laura y Lorena no se hablan entre sí durante toda la obra, pero se comunican intensamente. Aunque no habían trabajado juntas antes de este proyecto, construyeron arriba y abajo del escenario una relación de profunda confianza y entendimiento.

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“Nos acompañamos mucho y algo de ese romance que tienen ellas en la ficción, es un poco un romance de amistad que tenemos nosotras. Hay una comprensión de tener el mismo código actoral, una mirada sobre el hacer y sobre el trabajo colectivo en total sintonía. Pertenecemos a una misma generación y a un mismo movimiento teatral con influencias que vienen del mismo lugar”, apuntó Lorena, que fue parte de dos compañías teatrales con diez años de duración cada una: Grupo Sanguíneo y Escénica Buenos Aires. Por su parte, Laura integra el colectivo Piel de Lava (fundado en 2003), junto a quienes pone en escena su ya clásica “Petróleo” (estuvieron en Rosario en 2024) y su más reciente trabajo “Parlamento”. Además, es protagonista y co-guionista de “Trenque Lauquen” (la película argentina disponible en Max que ganó el Festival de Mar del Plata en 2022).

En épocas de literalidad brutal, “Las cautivas”, con su aguda teatralidad cargada de metáforas, propone complejizar los imaginarios nacionales, y a la vez situar la recurrencia histórica de un “pensamiento dominante que busca resolver las cosas a través de la violencia”.

“El teatro ya desde su forma de vínculo exige otra cosa: la presencialidad física, compartir con otras personas algo que sucede ese día y sólo ese día, estar abierto a los accidentes del vivo. Hay algo del recurso que se hace más o menos igual hace 25 siglos. En el origen del teatro hay una profundidad vinculada al ritual, al cuerpo en presencia y a otras energías que no están tan de moda últimamente, pero igual necesitamos. Por eso la gente sigue yendo muchísimo al teatro más allá de la crisis social y económica que atravesamos, porque hay una serie de preguntas que no se hacen en otros lados”, cerró Tenconi.

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