Mauricio Macri busca aprovechar los desaciertos políticos de Javier Milei en materia judicial para avanzar con la designación de Mariano Bornisky como procurador. La maniobra va de la mano de la implementación del nuevo código procesal que licuará el poder de los jueces de Comodoro Py.
El ex presidente pedalea en tándem con Mariano Llorens, viejo conocido de Macri, para forzar la discusión del Procurador. El titular Cámara Penal Federal convocó a un plenario para comenzar a instrumentar el nuevo Código Procesal Penal federal.
El Código puede provocar una revolución en Comodoro Py. Le saca el poder de la investigación a los jueces y se los da a los fiscales. Es toda una novedad: los jueces quedan como meros árbitros del proceso y dejan de controlarlo por completo como hasta ahora.
Llorens, es uno de los jueces más cercanos a Macri y regular visitante de la Quinta de Olivos. El vínculo con Macri es tan fuerte que en 2022 Llorens se excusó de intervenir en la causa de espionaje ilegal argumentando razones de «decoro y delicadeza».
Tras una sorpresiva maniobra, un juez muy cercano a Macri se suma como conjuez a la Corte Suprema
Macri y Lorens impulsan a Borinsky, que también visitó la residencia presidencial para practicar pádel con el líder del PRO.
Mariano Cúneo Libarona ya avisó que a principios de agosto comenzará a regir el nuevo Código. Hay quienes lo tomaron como una despedida. El ministro de Justicia enfrenta rumores de salida y podría ser reemplazado por Guillermo Montenegro. La implementación del Código sería su legado.
También hay otra razón: Eduardo Casal, el actual procurador, asumió porque era el segundo de la renunciada Alejandra Gils Carbó y conservó su cargo porque la política nunca alcanzó la mayoría necesaria para reemplazarlo.
El jefe de los fiscales hizo equilibrio con Macri, con Alberto Fernández y ahora con Milei, pero Llorens y el ex presidente buscan que el inmenso poder que heredará el procurador con la reforma quede en manos de alguien cercano.
Algo similar le ocurre a Cúneo Libarona, que hasta ahora acumuló enemigos varios en los tribunales por su gestión como ministro. Una catástrofe para un abogado penalista, cuyo mayor valor son los contactos en la justicia.