El neurocirujano Leopoldo Luque (44), uno de los principales acusados por la muerte de Diego Armando Maradona junto a la psiquiatra Agustina Cosachov (40), agredió a un camarógrafo de la agencia AFP que cubría la primera jornada del juicio oral en los Tribunales de San Isidro.
El violento episodio se registró durante el cuarto receso que hubo en la audiencia. El reportero tomaba imágenes de Luque y el psicólogo Carlos Ángel Díaz (33), otro de los acusados por homicidio, en un pasillo cuando el médico lo empezó a mirar fijo. La escena terminó con un manotazo a la cámara y un insulto.
En un momento, el neurocirujano, que terminó siendo el médico de cabecera de Maradona, se acercó al camarógrafo y le preguntó de manera prepotente: «¿Me estás filmando?».
Ante la respuesta afirmativa, Luque siguió: «¿Por qué? ¿Te autorizaron a vos para hacer eso?». Cuando el camarógrafo intentaba explicar su trabajo, el médico acusado por homicidio siguió: «¿De dónde sos?».
«De la agencia France Press», respondió el cámara. «Pero me tenés que pedir permiso», arremetió Luque, visiblemente alterado, y acompañó la frase con un arrebato a la cámara con la mano, en el que tapa la lente. Las imágenes dejan de verse pero se siguen escuchando ruidos producto de la agresión.
En el final del video se alcanza a escuchar que el médico terminó el ataque con un insulto: «Pelotudo».
Casualmente, Luque estrenó un look «patovica» en el arranque del juicio por la muerte de Maradona, con el pelo engominado hacia atrás, físico trabajado, camisa entallada, cara afeitada y lentes. Hasta tenía puestos auriculares bluetooth, incluso en la sala de audiencias, cual guardaespaldas.
Antes usaba barba, otro peinado y le gustaba mostrarse montando motos de alta gama. Por su nueva apariencia, no fue reconocido por la gente ni los periodistas que estaban en la puerta de los Tribunales de San Isidro.
La acusación contra Luque
A Luque se le atribuye ser el cerebro del plan “Maradona fitness”, con el que Diego logró bajar 11 kilos durante una etapa de la cuarentena por la pandemia de COVID-19. Luego, según consta en chats de WhatsApp, era quien se ocupaba de la salud del campeón del mundo en México 1986.
Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra establecieron que el equipo médico que atendió al astro fue «deficiente», «temerario» e «indiferente» en su accionar, ya que «no hizo nada» para evitar su muerte.
Al momento del hecho, Maradona era DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, aunque para su cumpleaños, el 30 de octubre de 2020, ya se había mostrado muy deteriorado en su estado de salud.
El juez Orlando Díaz consideró que los ocho imputados, como «garantes» de la condición médica de Maradona, contaron con la posibilidad de «revertir» su cuadro cardíaco y no lo hicieron.
Además de Luque y Cosachov, son juzgados el psicólogo Carlos Ángel «Charly» Díaz (33), la médica coordinadora de la empresa de medicina prepaga Swiss Medical, Nancy Edith Forlini (56); el coordinador de enfermeros Mariano Perroni (44); el enfermero Ricardo Omar Almirón (41) y el médico clínico (designado para la internación domiciliaria), Pedro Pablo Di Spagna (52).
Otra enfermera, Dahiana Gisela Madrid (40), será sometida a un juicio por jurados, tal como lo había solicitado su defensa.
MG