El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) convocó a una audiencia pública virtual para que las distribuidoras Edenor y Edesur presenten sus propuestas de cara al próximo período quinquenal. Luego de un verano mejor al esperado, la discusión se centra en los aumentos de 2025.
En el marco del proceso de Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT), y con carácter previo a definir las subas próximas a aplicar, el ENRE realizó el martes la primera audiencia pública para empresas transportistas de energía eléctrica.
El jueves será el turno de las distribuidoras que aplican sus servicios en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Edenor y Edesur, entidades bajo las cuales el ENRE tiene injerencia. La audiencia será a las 8:30 y estará presidida por el interventor Osvaldo Rolando y en forma conjunta y/o alternada por María Cristina Tonnelier y Marcelo Ángel Biach.
La convocatoria se realiza casi al fin del período estival, donde, tal como anticipó Ámbito, el pronóstico de las distribuidoras sobre los cortes de luz fue moderándose respecto del panorama proyectado a mediados de 2024. El difundido “no hay para todos” de la ex canciller Diana Mondino pronunciado en noviembre de 2023 no mereció el nivel de alerta que se esperaba en aquel entonces, según confirman fuentes de las distribuidoras a este medio.
Qué aumentos evalúan Edenor y Edesur
Así, y en línea con el pedido del Gobierno de no subir más del 9,6% las tarifas finales, tanto Edenor como Edesur evalúan presentar propuestas de un dígito, aplicables a partir de abril y prorrogables durante el año. Al porcentaje aprobado se le sumaría la actualización por la fórmula polinómica -que incluye IPC, IPIM y salarios RIPTE- que el oficialismo intentó aplicar durante el año pasado pero postergó la decisión para aminorar los aumentos tarifarios y controlar el descenso de la inflación.
Según pudo confirmar este medio, en la audiencia se les exigirá a las empresas una reducción del 40% en la duración de los cortes en algunos municipios del conurbano, y del 30% en algunas comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
«Principalmente se determinó un sendero más estricto que el que está vigente, en la duración y en la frecuencia de cortes, y en las penalidades que se aplicarán», señalaron desde el ENRE a este medio.
Las condiciones se dan en el marco de la aprobación de los Parámetros de Calidad del Servicio, el Costo de la Energía Eléctrica No Suministrada (CENS) y las Penalizaciones por Calidad de Servicio, Producto Técnico y Comercial para Edesur y Edenor, que estarán vigentes a partir del 1° de marzo de este año. De esta forma, desde el organismo aseguran que buscan endurecer las sanciones existentes ante incumplimientos en el servicio, y “exigir una mejor calidad de servicio a través de inversiones».
Tarifas más caras y menos subsidios
Entre febrero de 2024 y enero pasado, las tarifas de ambas distribuidoras aumentaron 431%, mientras que la inflación en el mismo período fue 85%, o sea, registraron una suba de 187% en términos reales
Además, el mayor traslado del costo de generación, sumado a la reducción en los costos de importación, permitieron que los subsidios energéticos cayeran 35% en términos reales.
Según la consultora Economía y Energía, significó una reducción en 2024 de u$s9.683 millones a u$s6.252 millones. Como explican en un informe, el 77% del ahorro se explica por la recomposición de los precios abonados por la demanda, mientras que el 23% por la reducción en los costos del suministro.
En esa línea, la Secretaría de Energía informó que a partir de enero los usuarios de bajos ingresos de energía eléctrica sufrirán una reducción de las bonificaciones de 72% al 60%, mientras que para los hogares de medios ingresos, la bonificación se achicará del 55% a 50%. Por otro lado, en el servicio de gas las bonificaciones para ingresos bajos pasarán de 64% al 65%, al tiempo que los ingresos medios tendrán una baja del 55% al 50%.
En el AMBA hay en total 16,3 millones de usuarios con servicio de energía eléctrica, de los cuales 6,8 millones perteneces al segmento de ingresos altos (N1), 6,3 millones al de ingresos bajos (N2) y 3,2 millones restantes al de ingresos medios (N3).