Después de la confirmación de los aranceles del 25% a las exportaciones argentinas de acero y aluminio, Argentina podría verse aún más perjudicada por la decisión de Donald Trump de fijar aranceles «recíprocos». El Presidente de Estados Unidos anunció este jueves que impondrá a los productos que entran a ese país el mismo nivel de impuestos que la contraparte aplica a los bienes estadounidenses exportados allí.
Si bien todavía no se conocen los detalles, los especialistas coinciden en que las medidas no serán gratuitas para la Argentina, uno de los países con mayores niveles de aranceles para los productos del exterior y que exporta US$ 6.500 millones por año a los Estados Unidos. «Si se aplica para todos los productos para todo el mundo, Argentina está en problemas«, señaló Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior.
El titular de la consultora DNI explicó que Argentina aplica un arancel promedio del 12%, el cual depende del Mercosur, mientras que la tasa arancelaria promedio de Estados Unidos es del 2,7%. «Eso es más difícil de defender si Argentina pide una excepción para seguir entrando el acero y el aluminio a Estados Unidos. Si empiezan las reciprocidades, va a ser difícil entrar y el costo va a ser más alto para nosotros que otros países», dijo Elizondo.
En 2024, Estados Unidos fue el segundo mayor destino de exportaciones argentinas de bienes (después de Brasil) y el tercer mayor proveedor de la Argentina (después de Brasil y China). Las ventas hacia ese país incluyen petróleo crudo, oro, naftas, propano, carbonato de litio, carne, vinos, camarones, porotos de soja, junto con aluminio y acero, dos productos alcanzados esta semana por los aranceles fijados por Trump a esos metales.
«Argentina tiene un comercio más limitado, lo que está afectando son los aranceles al aluminio y acero, habría que ver bien la norma, creo que está más pensando para China y alguna amenaza a la UE, pero todos los países que tengamos comercio vamos a estar afectados, siempre tuvimos un comercio conflicto con Estados Unidos por tener estructuras productivas similares», dijo el exministro de Producción, Dante Sica.
El titular de la consultora Abeceb explicó que ambos países tuvieron medidas de defensa comercial que afectaron el comercio: en el 2000, Estados Unidos puso medidas antidumping a la miel y el biodisel argentinos; en 2017, Trump impuso “aranceles compensatorios” del 50,3 al 64,2% al biodiesel -un mercado de US$ 1.200 millones- y suspendió la importación de limones; y en 2018, le fijó impuestos del 25% al acero y del 10% al aluminio.
Ahora, el Gobierno apuesta a obtener alguna señal favorable durante el viaje que emprenderá este jueves Javier Milei a Washington, donde se espera que aproveche su buena relación personal con Trump para lograr algunas excepciones. «Creo que quiere hacer favores a líderes amigos, veremos si Argentina logra la excepción. Macri lo logró con 180.000 toneladas de acero y aluminio, y Argentina busca lo mismo ahora«, dijo Elizondo.
En aquella ocasión, las negociaciones llevaron varias meses y Argentina tuvo que soportar aranceles incrementados durante ese período. En este caso, es más complicado porque los aranceles de Argentina dependen del Mercosur. Milei alienta a su vez un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, algo que en realidad podría tratarse de un acuerdo de complementación económica con alguna preferencia arancelaria e inversiones.
Por los bajos niveles arancelarios de la potencia del norte, Argentina no tiene incentivos para cerrar un TLC con ese país. En ese marco, los especialistas especulan que Trump podría ofrecer algún alivio a cambio de que Milei ceda en puntos de interés para la Casa Blanca. Washington firmó en agosto un acuerdo de cooperación con Argentina en «minerales críticos», como el cobre y el litio, claves para Silicon Valley y su complejo industrial militar.