La princesa Leonor, heredera al trono de España, se enfrenta a uno de los retos más exigentes de su formación militar: la travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. A sus 19 años, la primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia comenzó una experiencia que la llevará a recorrer el mundo como parte de su instrucción en la Armada, pero la adaptación no está siendo sencilla. Mareos, claustrofobia y una sensación de aislamiento la están poniendo a prueba.
Leonor embarcó en esta aventura con la ilusión de continuar su formación como futura Jefa de Estado, pero a los pocos días descubrió que la vida en el mar implica un nivel de sacrificio que no había experimentado antes. Durante los primeros días de navegación, sufrió intensos mareos y vómitos debido al constante movimiento del barco, una situación que el equipo médico a bordo trató con biodramina para estabilizar su estado. Si bien los síntomas físicos comenzaron a ceder con el paso de los días, la verdadera prueba para la joven está siendo emocional.
Más allá de los desafíos físicos, la princesa tuvo que enfrentarse a una sensación de confinamiento que la llevó a enviar un mensaje de auxilio a sus padres. La convivencia a bordo del Elcano, con espacios reducidos y rutinas estrictas, hizo que Leonor sienta el peso de la claustrofobia y la falta de privacidad. Comparte su litera con otras tres compañeras y los baños son comunitarios, sin privilegios especiales pese a su estatus real.
Si bien Leonor tiene permitido el uso del teléfono móvil para comunicarse con sus padres mediante mensajes de texto, no puede realizar llamadas hasta llegar a tierra firme. Fue a través de este medio que la princesa hizo saber a Felipe VI y Letizia lo difícil que le está resultando la experiencia. Sus padres, plenamente conscientes del desafío que supone esta formación, mostraron preocupación, pero también confianza en la capacidad de su hija para superar esta etapa.
La parte más complicada de la travesía fue este primer tramo de 22 días en alta mar sin tocar tierra, desde Canarias hasta Brasil. Una vez que lleguen a su destino el 14 de febrero, la joven podrá disfrutar de un respiro, algo que espera con ansias. Esta escala será una de las más significativas del viaje, ya que incluirá eventos oficiales que marcarán su primera visita a Brasil en calidad de futura monarca.
Pese a las dificultades, Leonor está haciendo un esfuerzo extra y se integró en las actividades a bordo y recientemente participó en la realización de un informativo interno del barco, el ‘Telecano’, lo que le permitió distraerse y asumir nuevos desafíos dentro de la embarcación. Además, comenzó a adaptarse a la exigente rutina de maniobras, donde los guardiamarinas participan activamente en las tareas de navegación.