En medio de la polémica por el anuncio del Gobierno de instalar una cerca de 200 metros en la frontera de Salta con Bolivia, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, adelantó que incrementarán los controles en los pasos fronterizos con Brasil.
«Además de Bolivia, tenemos pensado extendernos hacia otros puntos limítrofes. Ahora vamos a ir a la frontera en Misiones con Brasil, que es una frontera donde se pasa caminando en muchísimos lugares, y donde hemos tenido sicariatos y problemas, adelantó este martes en diálogo con radio Mitre.
La funcionaria nacional sostuvo que, de esta manera, se están fortaleciendo de a pocos todos los pasos fronterizos que existen en el extenso territorio argentino.
«Vamos también una triple frontera entre Chaco, Paraguay y Salta, que es también compleja y por donde se ingresa al Impenetrable. En este despliegue que estamos haciendo tomaremos estos puntos y podremos decir que tenemos una frontera muchísimo más controlada», remarcó.
Y se refirió puntualmente a la ciudad misionera de Bernardo de Irigoyen: «Es un punto que está completamente integrado, donde la mitad es de la Argentina y la otra mitad es de brasil. Tanto allí como en Salvador Mazza (Salta) nos hace falta un plan integral».
Las declaraciones se producen luego de la decisión del Gobierno de Salta de lanzar una licitación para instalar un alambrado de 200 metros de extensión en la frontera con Bolivia, con el objetivo de frenar el paso ilegal de personas y el contrabando.
La iniciativa, que es parte del Plan Güemes que impulsa el gobernador Gustavo Sáenz junto con el Ministerio de Seguridad nacional, generó el rechazo del país limítrofe.
El alambrado de 200 metros irá desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, en la población de Aguas Blancas, fronteriza con Bolivia.
En ese sentido, la ministra de Seguridad señaló que la cerca se trata solamente de una de las tantas aristas que tiene el Plan Güemes, que se lleva adelante en el norte del país con las fuerzas de seguridad.
Al ser consultada respecto a la posibilidad de colocar alambrados en otras zonas, la funcionaria respondió que se evaluará en caso de que haga falta.
«Es un plan completo, así como lo hicimos en Rosario, hicimos un plan completo en Orán, donde en 2023 y 2024 hubo sicariatos, había crimen organizado, así que estamos trabajando con inteligencia para poder desarmar a las bandas que hay», expresó.
Bullrich también respondió a los cuestionamientos por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, que criticó la instalación del alambrado.
«Estamos cambiando una pared que ya existía por un alambre más alto, para que no puedan cruzar directamente a la terminal de ómnibus. Esto no es un tema fronterizo«, dijo.
La Cancillería boliviana, por su parte, había expresado que «los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común».
Al respecto, Bullrich sentenció: «El tema es respetar la frontera entre ambos países. Ahora, dentro de nuestra frontera nosotros hacemos lo que queremos».
Bolivia busca subir la tensión por el alambrado
El gobierno de Luis Arce busca internacionalizar la nueva tensión con la administración de Javier Milei por el anuncio de la localidad salteña de Aguas Blancas de que construirá un alambrado de 200 metros para impedir el paso de migrantes bolivianos a la Argentina.
Luego del comunicado de rechazo de la cancillería vecina de este lunes, ahora es la ministra de la Presidencia de Arce, María Nela Prada, la que advirtió que en primer lugar habrá una comunicación de su Cancillería con su par en Argentina (los ministros son Celinda Sosa y Gerardo Werthein) sobre este reclamo por el cerco que, según el gobierno boliviano “viola tratados internacionales”.
La Paz ahora busca un entendimiento entre los dos presidentes que en realidad, no sólo no hablan sino que se mantienen en estado de absoluta tensión.
Del lado argentino, en cambio, no sólo apoyan el alambrado, sino que lo promueven y son indiferentes al reclamo boliviano que, por cierto apunta contra un cerco que está del lado argentino y no del lado boliviano.