En la última sesión el dólar estadounidense se pagó al cierre a 25,15 lempiras en promedio, de modo que supuso un cambio del 1,28% si se compara con la cotización de la jornada previa, cuando acabó con 24,83 lempiras.
Si consideramos los datos de los últimos siete días, el dólar estadounidense anota un incremento del 0,23%, por lo que en términos interanuales acumula aún una subida del 2,51%.
En cuanto a las variaciones de este día con respecto a días anteriores, mantuvo resultados variables que nos impiden calcular una dirección clara. En referencia a la volatilidad de la última semana, fue de 16%, que es una cifra algo superior al dato de volatilidad anual (15,06%), de forma que presenta mayores alteraciones que la tendencia general del valor.
El lempira es la moneda de uso legal en Honduras desde 1931, usa la abreviación HNL y está dividida en 100 centavos; además la producción está regulada por el Banco Central.
Antes de 1930 la moneda oficial era el peso hondureño y había sido fundada por la entidad bancaria privada en Banco Atlántida. Fue en 1932 cuando el Congreso finalmente dio luz verde a la creación de la moneda, la cual quedó en manos del Banco Central (tras su fundación en 1950).
En ese entonces la tasa de cambio era de dos lempiras por un dólar estadounidense, pero en el año 2005 la tasa de cambio se depreció hasta 18,04 HNL por dólar (22,16 HNL por euro).
El nombre de la moneda tiene su origen en honor al cacique Lempira del pueblo lenca, un líder indígena que defendió su territorio luego de la invasión española, además aparece en billetes y un par de monedas. Actualmente circulan monedas de 5, 10, 20 y 50 centavos, así como billetes de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100 y 500 lempiras.
En 2013 el Banco Central de Honduras aprobó la impresión de 315 millones de billetes que incluyeron el sistema braille y barras especiales destinadas para las personas con discapacidad visual, además de la posible creación de billetes inorgánicos.
En los años 2018 y 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) logró crecer 3,7% y 2,7% respectivamente, pero tras la llegada de la pandemia de coronavirus y el impacto de los huracanes Eta e Iota de categoría cuatro, la economía tuvo una fuerte caída del 9%, mientras que los ingresos y los empleos también cayeron.