El Indec presentó un nuevo informe sobre la medición del trabajo no remunerado en Argentina, y esta medición arrojó un peso del 20,5 por ciento en el PBI de 2021. De aquí en más el Estado nacional reconoce que estas labores altamente feminizadas conllevan un valor para la economía o la comunidad en su conjunto, lo cual se lleva de bruces con la visión del propio presidente Javier Milei que ha dicho en oportunidades que su madre –ama de casa- nunca trabajó. La Cuenta satélite del trabajo no remunerado (CSTNR) de Argentina tiene un doble valor entonces, técnico y político.
Se define el trabajo doméstico no remunerado (TNR) como “aquellos servicios económicos producidos en el hogar y fuera del mercado, pero que podrían ser producidos por una tercera persona contratada en el mercado”, según Naciones Unidas en 2017. Desde entonces se lo considera como una actividad productiva vinculada a la prestación de servicios para las propias personas del hogar, para otros hogares o para la comunidad (incluyendo el TNR voluntario que se presta en instituciones sin fines de lucro).
La medición del valor económico de esas tareas fue recogida por Indec luego de que en 2019 se sancionara por ley que debía realizar una Encuesta Nacional del Uso del Tiempo. Para dimensionar esto, entre octubre y diciembre de 2021, el Indec concluyó la labor al integrarlo por primera vez como cuenta satélite. Las cuentas satélites son una extensión del marco central de la contabilidad nacional, que utilizan conceptos adicionales o alternativos con el fin de complementarlo, sostiene el organismo. Se trata entonces de medir el TNR para luego compararlo con otras actividades del PIB.
El resultado de esta medición fue llamativo y deja en evidencia los argumentos falaces de las personas que niegan la existencia propia del trabajo no remunerado, como el propio presidente. De acuerdo a los datos de Indec, en 2021 el TNR representó un 20,5 por ciento del PIB: un ratio nada despreciable, que en ocasiones supera a la participación de las principales actividades económicas sobre el PBI. La industria representó el 15,2 por ciento del principal agregado macroeconómico y el comercio un 16,6 por ciento, según compara el mismo organismo. Por esto es difícil invisibilizar a las tareas de cuidado y labores domésticas de la esfera económica.
Además estas tareas están fuertemente feminizadas, no sorprende encontrar en el informe de Indec que el 70 por ciento del TNR lo realizan mujeres y el 30 por ciento restante los hombres. Como Milei es un hombre aún no deconstruido niega todo aspecto vinculado con la agenda feminista, como es la medición del valor económico del TNR. “Cuando decimos –desde el feminismo- que hay que darle una jubilación a todas mujeres, aunque hayan sido amas de casa exclusivamente, es entre otras por esta riqueza que generaron: un 20,5 por ciento del PBI que hoy está cuantificado en esta cuenta satélite”, sostiene Lucia Cirmi, ex subsecretaria de Políticas de Igualdad del ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad y actual integrante de la Cocina de los cuidados, del CELS.
“Con esta medición en la mano Milei no puede volver a decir que su mamá nunca trabajó”, arremete. En diálogo con Página 12 la especialista en agenda de cuidados manifiesta la obligatoriedad del Indec de elaborar este informe, pero aclara que es el único que hicieron desde 2021 que se realizó la primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT). Cuando desde la Cocina de los cuidados se comunicaron con Indec para exigir este informe y advertir sobre el venidero les respondieron que no tienen en agenda su actualización.
Cómo medir el TNR
Para obtener el valor económico se necesitó una referencia de tiempo y de precios involucrados. Lo primero surge de la ENUT y para la valorización de las horas se realizó el ejercicio de sustituirlo por el valor del trabajo remunerado en el mercado: usando como referencia el salario de una persona trabajadora en casas particulares (medición “generalista”) o aplicando un método híbrido que combina ese salario con el de otras tareas especializadas (medición híbrida).
Con esta metodología el Indec estimó que el salario horario del TNR alcanzó en 2021 entre 187,9 pesos como mínimo (según visión “generalista”) y hasta 345,4 pesos (en las tareas más especializadas siguiendo la medición híbrida). Puntualmente las tareas contempladas en el TNR son: Preparar comida; Limpiar, lavar, planchar; Cuidado de mascotas y plantas; Cuidado de personas y Resto del TNR. Esos valores actualizados según la inflación acumulada a septiembre de 2024 ascienden a 2.298 y 4.224 pesos por hora, respectivamente.
Considerando el salario horario y la cantidad de horas anualizadas, el valor económico del TNR en 2021 fue de 8.033.371 millones de pesos si se mide el tiempo sin simultaneidad según la visión generalista, mientras que con la medición híbrida arroja un valor de 11.116.564 millones de pesos. Para dimensionar estas magnitudes Indec presenta los valores en términos relativos al PIB corriente en el cuarto trimestre de 2021: en la primera versión el valor económico del TNR equivalió al 14,8 por ciento del PIB en 2021, en tanto que en la segunda medición representó el 20,5 por ciento del PIB.
Así, el valor económico del TNR se asemeja, e incluso supera, al aporte de otros sectores de la actividad: por ejemplo el valor agregado bruto (VAB) de la industria ascendió al 15,2 por ciento del PBI en 2021, el del comercio al 16,6 por ciento y la suma del trabajo remunerado representó el 40,5 por ciento.
Si se considera exclusivamente a las tareas de cuidado, el valor económico equivalió a 3,8 por ciento del PBI en 2021. Comparando con otras actividades vinculadas a servicios sociales se advierte un 5 por ciento de VAB en la educación; 4,2 por ciento en la salud y 0,5 por ciento en el servicio doméstico.
También es posible identificar al interior del TNR la preponderancia de algunas tareas. Por ejemplo, el 33,3 por ciento es tiempo dedicado a limpiar, lavar o planchar; el 22,7 por ciento del tiempo se usa en preparar la comida; 18,8 por ciento al cuidado de personas; 18 por ciento al resto de tareas y 7,3 al cuidado de mascotas y plantas. “El trabajo no remunerado en el hogar es fundamental para comprender el bienestar tanto de las personas como de la sociedad en su conjunto, en tanto que influye en la forma en que medimos la economía y contribuye al diseño de mejores políticas que apoyen a las familias y comunidades”, sostiene el informe de Indec.