La Colapintomanía tuvo un nuevo capítulo este sábado a la noche en San Pablo, justo en la previa de un Gran Premio de Brasil que se adelantó para las 12.30 de este domingo por la amenaza de tormenta, con un banderazo autoconvocado por los argentinos que viajaron hasta aquí para apoyar al piloto de Williams en su carrera más cerca de casa.
El lugar elegido fue la Praça Alexandre de Gusmão, en el exclusivo barrio Jardim Paulista, y el horario tuvo que ser modificado sobre la marcha luego de que la clasificación fuera postergándose en Interlagos hasta finalmente posponerse para este domingo a las 7.30. Por esa razón, los organizadores la trasladaron de las 20 a las 21 para que la mayor cantidad de gente posible pudiera hacer el trayecto de más de una hora entre el Autódromo José Carlos Pace y el centro paulista.
Así, tímidamente y con la premisa de llevar una camiseta argentina o indumentaria de Williams y ser respetuosos con los vecinos brasileños, fueron acercándose hasta que a las 21.30, cuando estallaron bengalas, ya eran unas 400 personas -entre ellas muchas mujeres y niños- que cantaban por el nuevo ídolo del automovilismo argentino.
«Esta idea surge de un grupo de argentinos que queríamos viajar a Brasil y compartir información de cómo viajar y cómo comprar entradas para el Gran Premio. Hasta que surgió la idea de pensar esto y todos estos manijas se sumaron», le dijo Florencia, una de las organizadoras a Clarín, y contó que en el inicio eran «menos de 80 personas» en un grupo de WhatsApp que en este momento tiene unos 1.500 porque «ya no se pueden admitir más personas». «Había gente que sin estar en el grupo nos decía que venía. Es una locura para nosotros lo que pasó con este banderazo«, reconoció.
En un intento por explicar porqué Colapinto generó este furor en el público argentino, especialmente en los más jóvenes, dijo: «Franco nos representa un montón. Yo no he visto ningún piloto argentino en la Fórmula 1 y para nosotros es un montón, es un representante muy importante. Y, además, la argentinidad la llevamos en la sangre, sea el deporte que sea, acá estamos».
La oportunidad de un encuentro masivo de fanáticos de Colapinto no fue desaprovechada por un bonaerense que llegó en auto con remeras imitación de la indumentaria de Williams. «A la camiseta, a la camiseta», gritaba mientras anunciaba que las vendía a 200 reales. «Le hizo caso a Franco», sugirió alguien, haciendo referencia a cuando el piloto dijo que no gastaran en la indumentaria oficial. «Cuando Franco lo dijo, dije bueno ‘me autorizó'», sumó con una amplia sonrisa.
Además de organizar el evento, el grupo liderado por Florencia, Ayrton, Lucas, Nahuel y Juan llevó a San Pablo stickers de Colapinto y una bandera que desplegaron durante el banderazo e hicieron firmar por los argentinos presentes en la plaza con el objetivo de acercársela al piloto que volvió a poner a Argentina en la Fórmula 1 después de 23 años. Con este apoyo, el sueño que comparten ahora, además de verlo brillar este domingo en Interlagos, es que el de Pilar continúe en la Máxima.