San Lorenzo alimentó su ilusión. La vuelta a la Copa Libertadores después de cinco años significaba un desafío importante para un plantel que no encuentra regularidad en la Copa de la Liga donde está casi eliminado de los cuartos de final. Y el rival no era para nada menor: sin Ruben Darío Insua -suspendido- tuvo todo para ganarle a Palmeiras de Brasil, uno de los cucos del grupo F, pero sufrió el empate 1-1 sobre el final.
Y lo gana bien, San Lorenzo. Porque antes del cabezazo del colombiano Jhohan Romaña en el primer palo tras un preciso córner desde la izquierda, había tenido una similar el capitán Adam Bareiro, que se fue besando el palo. Había sabido sufrir también, porque Facundo Altamirano tapó una pelota a pura repentización en el arranque.
Hubo chances increíbles para el Ciclón para ampliar la ventaja, pero por una u otra justificación, no convirtió.
Y eso lo aprovechó Palmeiras, que si bien llegó a Buenos Aires con varias bajas -entre ellas la joya Endrick, comprado por Real Madrid-, encontró en el recambio la fórmula para, al menos, llevarse un empate a San Pablo. Fue gracias a un tiro libre bárbaro de Piquerez, que venció a la muralla Altamirano.
Sobre el final, el triunfo pudo haber sido para los dos. Habrá que esperar para saber si este empate le sirve a San Lorenzo, que tiene además en su zona a Independiente del Valle de Ecuador y Liverpool de Uruguay.