Fue un día después del decepcionante debut ante Unión. Y, simultáneamente, el momento que el plantel hizo un clic. Gustavo Costas enfrentó a los jugadores y fue contundente. “Hoy con los nombres no hacemos nada, eh. Si no corren, estamos al horno”, le dijo a sus dirigidos. Y también, hizo una suerte de autocrítica con su cuerpo técnico. “Me guié por los apellidos y no por el estado físico de los futbolistas”, aseguró puertas adentro de la oficina que comparte con sus hijos, Federico (PF) y Gonzalo (videonalista) y Omar Pouso (ayudante de campo). Y a partir del siguiente partido, contra Tigre en ese mismo Cilindro que se consumió en preocupación frente a los santafesinos, Racing despegó.
Desde entonces, la Academia ganó 10 puntos de los últimos 12 disputados y marcó 11 goles, 8 en 72 horas ante San Lorenzo (el viernes) y frente a Newell’s (el lunes). Apenas recibió 2, todo un síntoma de la solidez defensiva que encontró con Costas, un talón de Aquiles durante el año pasado, cuando estuvo tres meses sin poder terminar con el arco en cero, algo que logró en 3 de los 5 partidos de la Copa de la Liga.
Ese es uno de los secretos del buen momento del equipo. Gabriel Arias recuperó su nivel. Afirmado como referente de Racing, fue uno de los jugadores más cuestionados durante la última etapa del ciclo de Fernando Gago y la transición de Sebastián Grazzini. El arquero mostró seguridad, sin ir más lejos, en el duelo ante Newell’s, cuando gracias a una sensacional doble tapada sostuvo la victoria. El arribo de Facundo Cambeses como competencia le dio un impulso al neuquino nacionalizado chileno.
La defensa es clave para Costas. Sus equipos suelen ser graníticos, no reniegan en la intensidad, pero el propio entrenador sabe que nunca tuvo un plantel de tanta categoría y eso lo exige mucho más. La línea de cuatro en el fondo duró un partido. Desde el choque con Tigre, se afirmó con tres marcadores centrales y dos laterales volantes.
La posición de Santiago Sosa como último hombre es un acierto del técnico. Aunque el primero en utilizar al volante en la cueva fue Marcelo Gallardo en River, Costas entendió que este platense de 24 años podía entregarle salida limpia y juego aéreo, ya que mide 1,80 metros. A los costados, el pibe Tobías Rubio y Agustín García Basso se muestran sólidos, en especial el refuerzo que llegó desde Independiente del Valle. Fuerte en el mano a mano, de buen pase largo y rápido, tuvo una gran carta de presentación.
En las bandas, primero probó con Gastón Martirena, pero se afirmó con Facundo Mura (autor de dos goles en los últimos dos partidos) y Gabriel Rojas (dos asistencias).
La sociedad entre Juan Fernando Quintero y Agustín Almendra, que rotaron ante Newell’s e ingresaron en el segundo tiempo, también dio sus réditos. El colombiano está en su mejor momento y el mediocampista que llegó de Boca está mostrando todas sus luces, las que llevaron a Guillermo Barros Schelotto a decir que estaba en presencia del “Pogba argentino”.
Bruno Zuculini se transformó en el eje del medio. Le costó afirmarse, fundamentalmente por su estado físico. El volante estuvo 9 meses inactivo por una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda. Volvió en septiembre y cuando Racing decidió repatriarlo se sabía que podía tardar en adaptarse. Contra Newell’s fue la gran figura en el anticipo, el quite, la distribución y hasta metió un golazo.
Zuculini quitó y convirtió en Rosario. Foto: Juan José GarcíaEn ese sentido, Leonel Miranda también empieza a recobrar el ritmo que lo destacó antes de su larga ausencia producto de lesiones y problemas personales.
El “9” es esencial. Mientras más volantes lanzaba a la cancha Gago más referencias se perdían en el área. Racing rescató a Roger Martínez, pero el pleno fue Adrián Martínez. Había hecho 15 goles el año pasado con la camiseta de Instituto. Ahora, con 5 gritos y una asistencia en 5 fechas mostró toda su contundencia y se ganó la titularidad.
Adrián Martínez, alias Maravilla, le hizo 3 goles a San Lorenzo y tres a Newell’s.Maximiliano Salas corre todas, exige, asiste y para Costas, “es mejor que (Enzo) Copetti”.
Y hay un gran recambio. No se debe olvidar que están lesionados Leonardo Sigali y Johan Carbonero (también, Juan Nardoni, que participó del Preolímpico) y en las próximas horas se sumará Baltasar Rodríguez que jugó en la Selección que se clasificó a los Juegos de París 2024.
El lunes volvió a jugar Nazareno Colombo, recuperado de un esguince en el tobillo derecho, y Agustín Urzi, recién llegado, es una alternativa en ataque.
Tiene plantel, jerarquía y variantes. Se viene Godoy Cruz el sábado y después, “los vecinos” como dijo el propio Costas. Imposible no encender la ilusión celeste y blanca.