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Tuvo que cerrar su taller y se reinventó fabricando Book Nooks, ideales para los amantes de la literatura

Giselle convierte adorados tesoros en un libro especial para decorar la biblioteca con mucho arte. Cómo son estas cajas a las que les pone corazón y la rompen en las redes sociales.

Belén Vallejo

31 de diciembre 2023, 06:00hs

Video PlaceholderAsí son los Book Nooks que la rompen en las redes. (Foto: gentileza Giselle Lalo)

En su perfil lo primero que vas a encontrar va a ser la autodescripción que reza “traductora de ideas”. Es que Giselle te escucha, siente tus emociones y todo eso lo transforma en un pequeño rincón mágico para los amantes de la literatura.

Los Book Nooks son unos espacios imaginarios que están diseñados para colocar en las bibliotecas. Son entradas, cuartos, callejones, lo que vos quieras, y le da acceso a otro mundo. Es un complejo y fascinante separador de estanterías entre libros y volúmenes y sus diseños son infinitos.

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El concepto Book Nook se hizo popular en la red social Reddit hace cinco años aproximadamente. El sitio define los booknooks como “minimundos creados dentro de tu estantería”. Si bien algunos le adjudicaron su autoría al artista japonés llamado Monde no está del todo claro de donde surgió.

Lo que sí está claro es la pasión con la que Giselle los tomó y les dio su propio sello. “Me atraviesan totalmente”, dijo su autora a TN.

Así son los Book Nook. (Foto: Giselle Lalo)

Así son los Book Nook. (Foto: Giselle Lalo)

El comienzo de un mundo mágico

Fue su hijo, cuando viajó al exterior, quien conoció este arte y sabiendo del amor de su mamá por el trabajo en miniatura se lo presentó: “Me dijo: ‘mirá, esto junta todo lo que vos hacés’”, detalló entre risas.

“Cuando los vi me encantaron. Acá no había así que me propuse arrancar. Yo ya hacía miniaturas, pero ahora estoy completamente metida en esto”, contó la emprendedora.

Es que el arte la persigue y la alcanza. A lo largo de toda su vida, Giselle se dedicó siempre a la parte artística: hizo teatro, es doblajista, animó fiestas de cumpleaños, se dedicó a la magia y actualmente, además, continúa con su trabajo como utilera para obras. “A mí no me da miedo ni la cámara ni el ridículo. Me pongo tijeras en el pelo y hablo sin problema. Así armé mi comunidad en redes”, contó.

Video PlaceholderAsí son los Book Nooks por dentro. (Video: Instagram @yonocoso.arte)

Pocos meses antes de la pandemia tuvo que cerrar su taller, porque no podía seguir sosteniéndolo, y mudar todas sus cosas, un poco a la casa de su tía y otro poco a su propia casa. Ese fue el puntapié para iniciar con este mundo mágico. “La gente no podía comprar en los shoppings los regalos y entonces la empezaron a entender que había que regalar cosas desde la emoción, con fotos, porque si nos agarraba otra encerrona vos tenías a tus seres queridos cerca”, precisó.

Con la poca paciencia que la caracteriza, a pesar de que realiza esculturas que requieren de mucha precisión, agarró pequeños pedacitos de todo y arrancó. “En la vida soy re impaciente. Cuando le tuve que poner el nombre a mi emprendimiento le puse ‘yo no coso [email protected], porque no coso porque no tengo paciencia, a mi hijo cuando era chico no le cosía los dobladillos, se los pegaba. Eso me define totalmente”, contó entre risas.

De a poco fue compartiendo en redes su trabajo y así se hizo sus clientes. Y con el tiempo fue armando su propio procedimiento para solicitar un Book Nook: ella escucha hasta que logras expresar todo lo que querés volcar en ese pequeño espacio. “Yo necesito hablar por teléfono, escucharte, que me cuentes para quién es, cómo es la persona a la que le querés regalar, si hay un guiño entre ustedes”, detalló y agregó: “No puedo hacerlo sola, porque eso implicaría poner cosas en un cajón, pero sin corazón”.

Giselle, con uno de sus Book Nooks. (Foto: Giselle Lalo)

Giselle, con uno de sus Book Nooks. (Foto: Giselle Lalo)

“Se trata de un rincón entre libros. La idea es que de un espacio en la biblioteca, que le da mucha luz, que es infinito, en donde se pueden poner libros, discos, el consultorio de Freud. Puede ser una cava de vinos, un bosque, Alicia en el país, de las maravillas, cuentos. ¡Lo que sea! Para mí es totalmente mágico”, sumó la artista.

En el mismo sentido, indicó que está pensado para los amantes de los libros. “Vas mirando la biblioteca y de pronto aparece ese rincón con luz. Para mí es fantástico ver cuando lo abren por primera vez y van encontrando guiños propios”, precisó.

Es por ello que Giselle asegura que es un “regalo extraordinario para agasajar a quien conoces mucho, para demostrar cuánto lo querés”. “Estoy descubriendo que muchos me dicen ‘me quiero hacer un autorregalo’, pero también piden para hermanos, amigos. Y eso es porque tiene mucha ‘cosita’ especial”, señaló.

Los Book Nooks tienen un alto nivel de precisión por el tamaño de cada una de sus partes. (Foto: Giselle Lalo)

Los Book Nooks tienen un alto nivel de precisión por el tamaño de cada una de sus partes. (Foto: Giselle Lalo)

“Me lleva más tiempo pensar cómo hacerlo en realidad. Puedo estar dos semanas pensando cómo hacer una partecita y después en dos días hacer el Book Nook completo”, contó. De igual manera, sostuvo que el tiempo de confección es de entre 20 y 30 días, pero enero y febrero tiene todo cerrado por la cantidad de pedidos. Es que hoy estos pequeños rincones son su principal fuente de ingresos.

Por otra parte, aseguró que el tiempo que le lleva se debe al trato que le da a cada trabajo: “Soy rara, si tienen que ir al interior no me gusta envolverlos hasta último momento para que no estén encerrados en el plástico con burbuja y después cuando los envío llamo porque hasta que no llega no me quedo tranquila”.

Entre los pedidos más especiales están las golosinas. Además, en el caso de las mascotas o personas especiales, prefiere representarlos de una manera más original y no exactamente con sus imágenes. “Hace poco hice uno con los platitos para la comida con el nombre de un perrito y gustó mucho”, detalló.

Giselle también hace apoya celulares y cuadros en miniatura. (Foto: Giselle Lalo)

Giselle también hace apoya celulares y cuadros en miniatura. (Foto: Giselle Lalo)

Con respecto a su trabajo, Giselle aseguró: “Si me pongo a pensar es como que todo lo que estudie y lo que hice siempre se juntó para que hoy esté haciendo esto, que tiene un poquito de todo y sobre todo que no es una máquina de hacer chorizos. Puede haber unos objetos más lindos que otros, pero no va a haber dos objetos iguales”.

Hoy sus ventas ya traspasaron las fronteras y aunque muchos de sus clientes son de Latinoamérica, también tiene pedidos desde Suecia. “La gente en el exterior no te pregunta por tus manualidades, sino que te hablan de tu arte. Es otra forma de catalogar y es hermoso”, destacó.

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