domingo, 19 mayo, 2024
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Duro mensaje de las principales religiones por la crisis política y social: «No hay país posible sin diálogo»

Lo firma la Conferencia Episcopal, la DAIA, el Centro Islámico y la Alianza Cristiana Evangélica, entre otros. Piden frenar los «insultos, gritos y descalificaciones».

En un reflejo de la gran preocupación por las tensiones políticas y sociales que vive el país tras las PASO, las principales religiones difundieron un declaración conjunta en la que denuncian “la falta alarmante de diálogo entre las diferentes corrientes políticas y de éstas con la sociedad”, afirman que “no hay país posible sin diálogo” y que “tampoco hay diálogo con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto”.

Tras advertir que se vive “un momento crucial” en el país “en el que las tensiones pueden amenazar nuestra cohesión como sociedad”, expresan el deseo de que “ninguna forma de violencia oscurezca la esperanza de diálogo” y piden a los candidatos “propuestas concretas y sustantivas, abiertas a un debate profundo e inteligente (…), dejando de lado las estrategias que buscan el conflicto y el enfrentamiento estéril.

La declaración, titulada “Por un diálogo responsable y comprometido: Felices los que trabajan por la paz”, es suscrita por la Conferencia Episcopal -que agrupa a todos los obispos del país-, la DAIA, el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) y el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), entre otras instituciones religiosas.

“En un momento crucial para nuestro país -comienzan diciendo-, reafirmamos nuestro respeto por el voto ciudadano porque es una expresión fuerte de la voluntad popular. En este sentido, el voto no es solo un acto de elección. También puede ser un llamado de atención: “no nos tengan en cuenta solo para la elección, escúchennos en las necesidades concretas que hacen a una vida digna, una vida que pueda llamarse verdaderamente humana”.

En ese sentido, señalan que “la agenda política debe comenzar por la escucha atenta de la realidad. Un resultado electoral es un mensaje profundo que nos convoca a la reflexión y nos compromete con el bien de nuestro pueblo”. “Como personas religiosas y seguramente a muchas personas no creyentes de buena voluntad, nos preocupa la falta alarmante de diálogo entre las diferentes corrientes políticas y de éstas con la sociedad, como las PASO han puesto de manifiesto”, afirman. Advierten que “no hay país posible sin diálogo. Tampoco hay diálogo con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto. “El mundo entero existe por el mérito de aquel que modera sus palabras en el momento de una disidencia (Talmud)”.

“Deseamos que ninguna forma de violencia oscurezca la esperanza del diálogo: “Dios no cambia el destino de la gente si esta no cambia lo que hay en su corazón (Corán)”, dicen. Subrayan que “necesitamos imperiosamente del diálogo para la amistad social que haga del encuentro una cultura. “Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y de los medios de comunicación (Fratelli Tutti)”.

“Bajo esta perspectiva -demandan-, hacemos un firme llamado a toda la dirigencia política, independientemente de sus afinidades partidarias, para que asuman la responsabilidad de presentar propuestas concretas y sustantivas, abiertas a un debate profundo e inteligente y a una colaboración comprometida para afrontar los desafíos del presente, dejando de lado las estrategias que buscan el conflicto y el enfrentamiento estéril”.

“En un momento en el que las tensiones pueden amenazar nuestra cohesión como sociedad, nos comprometemos a fomentar un diálogo responsable y comprometido, basado en el respeto, la sinceridad y la búsqueda constante de soluciones con la voluntad de escuchar y encontrar puntos de convergencia”, sostienen.

Puntualizan que “existen principios innegociables que sustentan nuestra sociedad y que no pueden ser soslayados: El cuidado de la vida, la preservación de nuestra casa común y la opción preferencial por los más necesitados y desfavorecidos”.

“Queremos pedirle a la política que promueva la libertad en todas sus dimensiones y al mismo tiempo sea una herramienta responsable al servicio de la justicia social”, aseveran. Aclaran que “no hay verdadera libertad sin fraternidad. Con este espíritu, reafirmamos nuestro respeto absoluto por la Constitución Nacional como el marco que guía nuestras acciones y decisiones”.

“Fieles a nuestras distintas tradiciones y denominaciones religiosas, queremos ser una patria de hermanos. Es nuestro deber con las generaciones presentes: Construir hoy un futuro basado en valores solidarios y compartidos, en la incansable búsqueda del bien común”, concluyen.

Firman el documento la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas); Seminario Rabínico Latinoamericano; CIRA (Centro Islámico de la República Argentina); Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía; Iglesia Apostólica Armenia; FAIE (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas); ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina) Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires; IDI (Instituto de Diálogo interreligioso); COMIPAZ (Comité interreligioso por la paz, Provincia de Córdoba).

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