Suena un shofar -un instrumento de cuerno de animal que utilizan en ceremonias judías- y en la pantalla gigante aparecen imágenes de bombas e implosiones de edificios. Acto seguido suena Panic Show de La Renga y Javier Milei entra por una puerta trasera del estadio Movistar Arena y atraviesa todo el campo entre pogos y abrazos hasta el escenario, donde lo esperan los principales candidatos de La Libertad Avanza.
Desde ahí, detrás de un atril y en medio de los cantos del » que se vayan todos», brindó un discurso de poco menos de una hora con el que cerró la campaña de cara a las PASO y reiteró sus principales argumentos contra «la casta», los «empresarios prebendarios» y los «periodistas ensobrados».
«Si siguen los mismos van a seguir causando desastres» advirtió y afirmó que «los principales candidatos de los principales partidos son los mismos que estuvieron en la catástrofe de 2001». Insistió en la misma línea: «A pesar del que se vayan todos, no se fue ninguno, y se multiplicaron».
Tras plantear la depreciación del peso argentino, sentenció: «Cómo va a tener valor si es la moneda del político argentino, por ende no puede valer ni excremento».
En otro pasaje, y rodeado de los principales candidatos de sus listas, el libertario reivindicó la figura de Carlos Menem y apuntó sin nombrarlo contra José Luis Espert, a quien acusó de irse a defender a las «basuras socialdemócratas», en alusión a su candidatura como parte del proyecto de Horacio Rodríguez Larreta.
«Puede que esta sea la última posibilidad. Si no hay cambio el único destino es ser la villa miseria más grande«, afirmó.
En un giro sorpresivo, Milei también habló de las ideas de la libertad y recitó parte del preámbulo. Pidió el voto para su proyecto y sobre todo que la gente concurra a las urnas el próximo domingo.
En su equipo les preocupa que el descontento -que puede ser canalizado a través suyo- derive en votos en blanco o un fuerte crecimiento del ausentismo.
Minutos antes de que Milei subiera al escenario, en un estadio colmado por los simpatizantes del libertario sonaron temas de El Dipy -candidato a intendente del espacio en La Matanza- y una reversión de «Provocame» de Chayanne. Dice «Votá a Milei, y que dolarice, votá a Milei.. Libérate de una vez, votá a Milei».
Mientras, el candidato a jefe de gobierno porteño, Ramiro Marra, entró al sector del campo y se dejó levantar en andas para arengar.
Un estadio colmado desde temprano
Las puertas del Movistar Arena se abrieron a las 19. A esa hora la cola de público ya daba toda la vuelta al microestadio de Villa Crespo, con capacidad para 15 mil personas. Salvo algunos huecos en las bandejas más altas estaba completo.
Pins amarillos con siluetas de león o la cara de Milei; gorras de «Make America great again», banderas con la serpiente de Gadsden, y motosierras de cartulina en honor al «plan motosierra» de recorte de gasto del que habla el libertario forman parte del merchandaising militante.
Las camisetas de argentina con un león amarillo estampado se venden a $ 3 mil cada una.
El estilo de gente que hace la fila es difícil de etiquetar en un estereotipo, aunque sí hay más varones que mujeres y más jóvenes que gente grande.
Nicolás, 21 años, faltó a la facultad, donde estudia Ciencias Políticas para venir junto a otros cuatro amigos de Liniers. La elección anterior había votado a Macri.
Analía vino de Zarate, es militante de LLA, llegó con sus dos hijos más chicos y se define como clase baja. «Estamos hartos todos, los de clase baja, media o alta. Y si Javier está loco, más locos estamos todos los que votamos a los que nos gobernaron todos estos años. No tengo miedo, necesitamos un cambio en serio», asegura.
«Mi familia es toda peronista, la única oveja negra soy yo» le cuenta una señora a otra en la fila.
El candidato a jefe de gobierno, Marra, estuvo a cargo de «la previa» en la esquina de Corrientes y Dorrego, donde concentraron los seguidores del libertario.
La militancia no está exenta de los clásicos bombos y trompetas. Entonaron un hit de 2001: «Oh, que se vayan todos que no quede ni uno solo».
Una ambulancia que pasó usó su megáfono para gritar «Viva la libertad carajo» y cosechó aplausos.
Gira federal y fiscalización
El acto formal de cierre de campaña tuvo lugar en el territorio porteño, pero el libertario viene de culminar una gira federal que incluyó ciudades grandes como Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Paraná, Córdoba y Mendoza.
En la recta final también lanzó, vía redes, cuál sería su programa de gobierno si llega a La Rosada. Las propuestas incluían reducir el gabinete a ocho ministerios -incluyendo el de Capital Humano que fusionaría las actuales carteras de Salud, Desarrollo Social, Trabajo y Educación-, eliminar el 90 % de los impuestos, y el Banco Central.
En los días que quedan hasta las PASO, el equipo de La Libertad Avanza se centrará en insistir que la gente vaya a votar y en sumar fiscales.
Cuanta más alto sea el caudal de votos, mejores pueden ser sus resultados. Milei, aseguran, mira todas las encuestas que le llegan, pero las toma con pinzas. «No se volvió loco ni cuando nos daban picos récord de intención de voto ni cuando dijeron que nos estábamos pinchando», aseguran.
Dicen que tienen 65 mil fiscales -entre estructura y voluntarios- ya asegurados para cubrir 105 mil mesas en todo el país. Vía redes siguen pidiendo que se anoten, sobre todo en Provincia.
El objetivo de cara a la primaria es estar lo más cerca posible de los dos tanques -Unión por la Patria y Juntos por el Cambio- y quedar competitivos -lo más cerca de un posible escenario de balotaje, de cara octubre. En los días restantes apelarán a conquistar a los indecisos y a los desencantados.